La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció hoy una decisión que promete marcar un antes y un después en la política migratoria del país. Su gobierno comenzará a implementar un plan de repatriación para los migrantes que, debido a las estrictas medidas migratorias de Estados Unidos, han quedado varados en territorio mexicano. Este movimiento responde a las nuevas restricciones impuestas por la administración del expresidente Donald Trump, que han complicado el panorama migratorio para miles de personas.
Una medida que impacta a toda la región
Entre los afectados se encuentran principalmente migrantes latinoamericanos, incluyendo un importante número de cubanos, que enfrentan una situación incierta en su camino hacia el norte. Sheinbaum explicó que su administración ha establecido acuerdos con varios países de Centroamérica, además de Cuba, para facilitar un retorno seguro y digno a sus lugares de origen.
“Buscaríamos los mecanismos a través de la política migratoria y la política exterior para garantizar su retorno. Hay acuerdos con Guatemala, con prácticamente todos los países centroamericanos, y también con Cuba”, destacó Sheinbaum.
Compromiso humanitario en medio de la crisis
La presidenta también enfatizó que México no cerrará los ojos ante la situación de los migrantes. Aseguró que el país ofrecerá atención humanitaria, especialmente a aquellos que, por las restricciones impuestas, no puedan continuar su camino hacia Estados Unidos. Sin embargo, también dejó clara su postura: Estados Unidos debe asumir su responsabilidad y repatriar directamente a los migrantes indocumentados a sus países de origen, en lugar de enviarlos a México.
El regreso del programa “Quédate en México”
El anuncio de Sheinbaum se produce en un contexto político complicado. El programa de Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), también conocido como “Quédate en México”, fue restablecido tras la llegada de Trump al poder. Esta política obliga a los solicitantes de asilo en Estados Unidos a esperar en territorio mexicano mientras se resuelven sus casos. El resultado: miles de migrantes atrapados en ciudades fronterizas como Tijuana y Ciudad Juárez, enfrentando condiciones de vida precarias.
Sheinbaum fue clara al respecto: “Si están en territorio mexicano, los atendemos por razones humanitarias, pero nuestro objetivo es facilitar su retorno”. Además, subrayó que la cancelación de herramientas como la aplicación CBP One, que permitía a los migrantes gestionar citas para asilo, ha dejado a muchos en el limbo.
Un golpe económico y social
El impacto de esta situación también se refleja en el ámbito económico. México, como principal país de origen de migrantes indocumentados en Estados Unidos, podría enfrentar un incremento en las deportaciones masivas. Esto afectaría las remesas, que representan casi el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Sheinbaum aseguró que las repatriaciones serán voluntarias y que su gobierno mantendrá una política integral humanitaria para atender a los migrantes mientras se facilita su retorno. También afirmó que, en casos donde no deseen regresar, los migrantes podrán optar por programas de repatriación voluntaria.
Diálogo con Estados Unidos y nuevos desafíos
Actualmente, México está en conversaciones con Estados Unidos para definir los mecanismos de cooperación en esta nueva etapa de repatriaciones. Sin embargo, queda por aclarar quién asumirá los costos de este proceso. Aunque Sheinbaum no brindó detalles al respecto, aseguró que las gestiones necesarias ya están en marcha.