El actor cubano Omar Franco, conocido por dar vida a Ruperto en el emblemático programa humorístico “Vivir del Cuento”, compartió recientemente sus impresiones sobre el impacto del show y los desafíos que enfrentó. En una entrevista exclusiva en el canal de YouTube La Casa de Maka, Franco habló del final de este icónico espacio y su relevancia dentro de la cultura cubana.
Más que un programa, un sostén para muchos
Para Omar Franco, “Vivir del Cuento” no era solo un show televisivo, sino una estructura que daba empleo y estabilidad a muchos profesionales. “No eran solo los actores, detrás había un equipo técnico y de producción que dependía de Vivir del Cuento. Fue duro para muchos quedarse sin esa estabilidad”, expresó Franco, resaltando el alcance humano y económico del programa.
Humor y crítica social: una combinación desafiante
Aunque deseaba que el show continuara, Franco mencionó que factores externos jugaron un papel determinante en su final. El humor político, según explica, siempre enfrenta retos en un contexto como el cubano. “El programa exponía realidades que en algún momento serían difíciles de mantener en pantalla”, afirmó, refiriéndose a la naturaleza crítica del contenido.
Ruperto, un reto profesional y un éxito inesperado
Integrarse a un elenco tan consolidado fue un desafío que Omar Franco supo superar con creces. “Fue una de las mejores oportunidades de mi carrera. Ruperto llegó y gustó, algo que no siempre ocurre en programas con un elenco tan sólido”, comentó. También destacó la habilidad de los guionistas para desarrollar historias que conectaran profundamente con la audiencia.
Memorias y colaboraciones memorables
Franco recordó con especial cariño momentos destacados del programa, incluyendo las colaboraciones con artistas invitados que enriquecieron la propuesta. Además, subrayó el profesionalismo del equipo técnico y actoral como elementos clave para el éxito y longevidad de “Vivir del Cuento”.
Humor en tiempos difíciles
El actor reflexionó sobre los retos de hacer humor en un contexto de restricciones sociales y políticas. Según Franco, los códigos empleados por el programa permitieron abordar temas delicados sin exceder ciertos límites. Sin embargo, admitió que tras los acontecimientos del 11 de julio de 2021, el panorama cultural se tornó más complejo, dificultando la creación de contenidos que reflejaran la realidad del país.
El impacto de las controversias
Aunque evitó especular sobre Luis Silva y las polémicas alrededor del programa, Franco reconoció que estas situaciones pudieron influir en su desenlace. A pesar de ello, agradeció a los seguidores por mantener vivo el legado del show en plataformas digitales.
Un legado que trasciende las pantallas
“Es una pena que haya terminado, pero siempre quedará el recuerdo de lo que significó para tantas personas”, concluyó Franco, destacando el impacto emocional y cultural de “Vivir del Cuento” tanto dentro como fuera de Cuba. Para él, el programa fue mucho más que entretenimiento: fue un reflejo de las risas y las luchas de un pueblo.
Con sus palabras, Omar Franco no solo rinde homenaje a un proyecto que marcó un antes y un después en la televisión cubana, sino que también pone en perspectiva el rol del humor como herramienta de crítica y conexión social. ¡Un legado que sigue vivo en la memoria colectiva!