El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez volvió a los titulares tras participar en una práctica de tiro junto a estudiantes de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI). Este ejercicio formó parte de las actividades del conocido Bastión Estudiantil, cuyo objetivo declarado es reforzar la preparación militar en el contexto de la doctrina castrista.
Jóvenes con AK-47 y granadas en la UCI
En imágenes compartidas por Díaz-Canel en la plataforma X, se observa a los estudiantes utilizando fusiles rusos AK-47 y lanzando granadas durante los ejercicios. Según el mandatario, estas actividades buscan fortalecer la defensa frente al «imperialismo».
Díaz-Canel también citó a Fidel Castro para justificar este enfoque militar: «Mientras exista el imperialismo, el Partido, el Estado y el Pueblo les prestarán a los servicios de la defensa la máxima atención. Es un principio inviolable», escribió.
Contexto marcado por tragedias y críticas
La práctica militar en la UCI ocurre en un momento sensible para Cuba, luego de que la muerte de nueve adolescentes en un incidente con municiones generara un debate nacional sobre el servicio militar obligatorio.
El hecho, inicialmente atribuido al manejo de armamento antiguo, ha puesto en el ojo público las condiciones de seguridad en estas actividades y la política de incorporar jóvenes desde los 16 años al ámbito militar.
Además, este ejercicio se da en un escenario político tenso, tras la reciente decisión del presidente estadounidense Donald Trump de restablecer a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, revirtiendo una medida tomada previamente por Joe Biden.
Reacciones divididas sobre el militarismo estudiantil
La Universidad de las Ciencias Informáticas, conocida tanto por su excelencia académica como por su papel en el monitoreo digital para defender al régimen, ha recibido críticas por la realización de este tipo de actividades.
Muchos cuestionan la instrumentalización de los jóvenes con fines políticos y propagandísticos. La imagen de estudiantes combinando prácticas militares con formación tecnológica ha sido interpretada por algunos analistas como un intento del gobierno de mantener un control férreo sobre las nuevas generaciones.