En un día que prometía ser el inicio de un nuevo capítulo, la familia de Margelis Tinoco, una mujer colombiana de 48 años, recibió una noticia devastadora. La suspensión del programa CBP One les cerró las puertas al tan esperado ingreso a Estados Unidos, justo minutos antes de cruzar. Junto a su esposo venezolano de 52 años y su hijo de 13, Margelis había aguardado pacientemente durante siete meses para obtener una cita que, pensaban, cambiaría sus vidas.
Pero no solo ellos enfrentan esta difícil realidad. Miles de migrantes cubanos que se beneficiaban del programa CBP One también quedaron atrapados en México, enfrentando un futuro incierto tras la suspensión de una de las pocas vías legales que tenían para ingresar al país vecino.
El Programa CBP One: Una Esperanza Cerrada
El programa CBP One, implementado como una herramienta para organizar y agilizar el acceso de migrantes a Estados Unidos, fue suspendido de manera indefinida por orden del expresidente Donald Trump. La noticia fue comunicada por personal de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en el puente fronterizo, dejando a decenas de familias en un estado de incertidumbre absoluta.
“Nos dijeron que hasta nuevo aviso no se permitirá el ingreso de migrantes bajo este programa. Es una decisión que impacta directamente a quienes han esperado pacientemente una solución”, explicó Nayareli Rivera, vocera del Fideicomiso de Puentes Internacionales de Chihuahua.
Entre los afectados, los migrantes cubanos son algunos de los más golpeados por esta decisión. Tras salir de la isla en busca de mejores oportunidades, muchos enfrentan condiciones de vida extremadamente precarias en ciudades fronterizas mexicanas como Tijuana, Ciudad Juárez y Reynosa.
“Nos Sentimos Atrapados”
Para Margelis y su familia, la suspensión del CBP One fue más que un contratiempo: fue un golpe devastador. “No sabemos qué hacer. Nos sentimos atrapados y sin opciones”, expresó entre lágrimas. La familia había invertido todos sus ahorros en el largo trayecto y la estancia en México, convencidos de que su cita representaba el inicio de una nueva vida en Estados Unidos.
De manera similar, migrantes cubanos como Javier, un joven de 28 años que huyó de Cuba en busca de libertad, ahora enfrenta un limbo legal y emocional. “Vendí todo lo que tenía en Cuba para llegar hasta aquí. Ahora no puedo avanzar ni regresar. Estamos varados y sin salida”, compartió desde un albergue en Ciudad Juárez.
Impacto en los Migrantes y la Comunidad
La decisión de clausurar el programa afecta a cientos de familias que ya se encontraban en espera en diversas ciudades mexicanas. Según reporta El Diario de Juárez, muchos de ellos han agotado sus recursos económicos y quedan en una posición extremadamente vulnerable.
Angélica Macías Mejía, directora del Albergue Casa de la Misericordia y de Todas las Naciones, describió la situación como un «baño de agua fría». “En este albergue tenemos a más de cien migrantes de distintos países, incluidos cubanos que llegaron con la esperanza de que este programa les ofreciera una vía segura. Ahora no saben qué hacer ni a dónde ir”, declaró.
Muchos de estos migrantes cubanos habían dejado atrás un contexto de crisis en la isla, apostándolo todo por un futuro mejor. La suspensión del CBP One no solo detiene su progreso, sino que los obliga a vivir en condiciones de incertidumbre, dependiendo de albergues y organizaciones que intentan cubrir sus necesidades básicas.
Nogales: Entre la Rutina y la Crisis Humanitaria
Mientras en Nogales el día comenzó como cualquier otro, con miles de personas cruzando la frontera a pie o en vehículo, las autoridades se preparan para enfrentar un posible aumento en la presión migratoria. El secretario de Gobierno, Adolfo Salazar Razo, visitó la región para evaluar los albergues habilitados, que incluyen el Centro Comunitario de la colonia Flores Magón, una nave del Parque Industrial y el Gimnasio Juvenil en la Unidad Deportiva Municipal.
Por su parte, el alcalde de Nogales anunció la formación de una Mesa Humanitaria y de Grupos Prioritarios para coordinar esfuerzos entre organismos sociales, empresariales y gubernamentales frente a una potencial crisis por deportaciones masivas.
Cubanos: Varados en el Sueño Americano
Entre los migrantes cubanos que quedaron en el limbo, la frustración y la desesperación son palpables. Muchos se preguntan cómo podrán avanzar sin una solución clara. Algunos, como Ana, una madre de dos niños pequeños, viven con el temor constante de ser deportados de regreso a Cuba. “No podemos regresar. Nos jugamos la vida en el mar para llegar aquí. Ahora no podemos quedarnos, pero tampoco avanzar”, contó desde un refugio en Matamoros.
Un Futuro Sin Certezas
La suspensión del CBP One deja a cientos de familias, tanto cubanas como de otras nacionalidades, atrapadas en un limbo, enfrentando el agotamiento de recursos y la desesperanza. La situación evidencia las dificultades de los migrantes en su búsqueda de un futuro mejor, enfrentando obstáculos que parecen insalvables.
Mientras tanto, las comunidades fronterizas y los albergues se convierten en el único refugio para quienes han visto sus sueños aplazados una vez más. La pregunta que queda en el aire es si habrá soluciones reales para estas personas que solo buscan una oportunidad de vivir con dignidad.