El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, decretó un período de duelo oficial el 20 de enero de 2025, en honor a las víctimas de la devastadora explosión ocurrida en un almacén militar en Holguín. Desde las 06:00 horas hasta la medianoche, la bandera cubana ondeará a media asta en instituciones públicas y militares, como parte del tributo a los caídos, en su mayoría jóvenes soldados del Servicio Militar Obligatorio.
Un fallo eléctrico que terminó en tragedia
El trágico incidente, ocurrido el pasado 8 de enero de 2025 en la comunidad de Melones, ha sido atribuido a un fallo eléctrico que provocó un cortocircuito mientras se clasificaban municiones envejecidas. La explosión resultante dejó un saldo de trece vidas perdidas y obligó a evacuar a más de 1.200 personas de la zona afectada.
Según las investigaciones del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), las condiciones del lugar agravaron los efectos del accidente. Sin embargo, las autoridades aún no han recuperado los cuerpos debido a los riesgos asociados al acceso del área.
Dolor, indignación y dudas en la población
El impacto emocional de la tragedia ha sido inmenso. Familias enteras han expresado su profundo dolor, especialmente porque la ausencia de los cuerpos dificulta el cierre emocional. En redes sociales, ciudadanos y familiares han cuestionado la transparencia del gobierno en el manejo de la situación, generando un sentimiento de indignación y desconfianza hacia las autoridades.
«Es un vacío inmenso no poder despedirlos», expresó una madre en redes, reflejando el sentir de muchos. Además, las críticas han señalado la falta de preparación de los reclutas y posibles negligencias en la seguridad de las instalaciones militares.
Homenajes en medio del dolor
El acto oficial de homenaje póstumo se llevará a cabo en la Plaza de la Revolución Mayor General Calixto García, en Holguín, coincidiendo con el día de luto. Sin embargo, la ceremonia estará marcada por la dolorosa ausencia de los restos de los trece combatientes. Se espera la participación de altos funcionarios del gobierno y del MINFAR, junto a familiares que depositarán ofrendas florales en memoria de sus seres queridos.
Un llamado a la justicia y al cambio
Este trágico suceso no solo deja un saldo irreparable en vidas humanas, sino que también expone serias fallas en la gestión militar y gubernamental. Activistas y ciudadanos han utilizado las redes para exigir mayor seguridad en las instalaciones y mejores condiciones para los jóvenes reclutas.
Mensajes de pesar y valentía han inundado las plataformas digitales, con padres y amigos exigiendo responsabilidad y justicia. La tragedia en Holguín se convierte en un recordatorio doloroso de los riesgos que enfrentan los soldados en el cumplimiento del deber y una llamada de atención para que las autoridades actúen con mayor transparencia y compromiso hacia el bienestar de su pueblo.
«No queremos más promesas vacías, necesitamos cambios reales», enfatizó un ciudadano en redes sociales, resumiendo el sentir de una nación que busca respuestas y soluciones a una tragedia que nunca debió ocurrir.