En respuesta a la escasez de gas licuado de petróleo (GLP) que afecta al país desde finales de 2024, la empresa CUPET en Ciego de Ávila ha decidido extender el ciclo de compra de las populares «balitas» de gas a un plazo de 60 días. Según las autoridades, esta es una medida «transitoria», pero ha generado preocupación entre los clientes que dependen de este recurso para cocinar sus alimentos.
Una decisión difícil, pero necesaria
Danilo Tejera Sánchez, jefe del equipo de gas licuado en la UEB División Territorial de Comercialización de Combustibles, explicó que este cambio busca priorizar a las personas que llevan más tiempo sin adquirir el producto. «No es una solución definitiva, pero permitirá mitigar el impacto en las familias que están más afectadas por la falta de gas», comentó al semanario Invasor.
La medida se mantendrá mientras la disponibilidad de GLP en el país siga siendo limitada y las asignaciones de cilindros a la provincia sean bajas. Tejera Sánchez aclaró que, una vez que la situación mejore, se retomará el ciclo habitual de 26 días.
Un suministro insuficiente
Actualmente, más de 13,000 clientes en Ciego de Ávila no han podido acceder a su balita de gas. Esto se debe a que la provincia no cuenta con plantas de llenado propias, lo que obliga a depender de suministros provenientes de Cienfuegos, Camagüey y Villa Clara. Sin embargo, la disponibilidad nacional sigue siendo extremadamente baja, afectando la cantidad de producto que llega a la región.
Cilindros en crisis
Otro de los grandes problemas, según Tejera Sánchez, es la falta de cilindros en buen estado. Estos se deterioran con el tiempo debido al uso constante y la manipulación, lo que limita aún más la capacidad de distribuir el gas. Por este motivo, se ha solicitado a los usuarios que entreguen sus cilindros vacíos para facilitar el proceso de llenado. Sin embargo, en la práctica, el nivel de entrega ha sido muy bajo, lo que complica aún más el ciclo de distribución.