El fallecimiento del humorista cubano José Téllez, conocido como «El Chico Bombón», no solo deja un vacío en el mundo del arte, sino también en los corazones de sus hermanos masones. A sus 56 años, Téllez fue encontrado sin vida en su casa en Miami, aparentemente víctima de un infarto cardíaco. Entre quienes lo despiden, destaca el humorista Ramón Mustelier, quien dedicó unas sentidas palabras de despedida a su padrino de la Masonería.
Hermandad y guía en el camino masónico
Para Mustelier, José Téllez no fue solo un colega y amigo, sino también un hermano mayor en la Masonería. Fue José quien lo apadrinó en esta noble fraternidad, guiándolo en su camino y compartiendo con él los valores de la Orden. “Si hoy soy uno de tus hermanos más pequeños, es gracias a ti, por ser mi padrino de fraternidad, por tu guía y, sobre todo, por el legado que sembraste en nuestros corazones y en cada columna de nuestra madre logia”, expresó Mustelier en su emotiva despedida.
Un arquitecto de luz y fraternidad
La partida de Téllez representa para Mustelier el tránsito hacia el Oriente Eterno, un concepto profundamente simbólico en la Masonería que evoca la paz y la perfección. “En vida fuiste una luz que iluminó con sabiduría, fraternidad y humildad cada paso que diste”, recordó Mustelier, destacando no solo el talento de Téllez como humorista, sino también su compromiso con los principios masónicos de amor, verdad y hermandad.
El legado eterno de un maestro del arte y la vida
A pesar del dolor de su partida, Mustelier subrayó que las enseñanzas y el espíritu de Téllez seguirán vivos entre quienes tuvieron la suerte de conocerlo. “Tu partida nos duele, pero entendemos que has cruzado el umbral hacia el Oriente Eterno, donde seguirás siendo un arquitecto del amor y la verdad”, escribió, dejando claro que su legado trasciende el tiempo y el espacio.
Un último adiós lleno de simbolismo y gratitud
En su despedida, Mustelier evocó la solemnidad y los valores masónicos al referirse a su hermano. “Hermano José, descansa en la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, quien te ha llamado a su lado”, expresó, haciendo un llamado a la hermandad para mantener vivo su recuerdo en cada acto de bondad y en cada risa que inspire su memoria.
Un maestro de la risa y la vida que será eterno
La muerte de José Téllez no solo deja una profunda tristeza, sino también una huella imborrable en el arte y la Masonería. Su vida fue un testimonio de fraternidad, humildad y servicio, y su legado vivirá en las columnas de su logia, en los corazones de sus hermanos y en el público que disfrutó de su humor.
José Téllez, el eterno «Chico Bombón», no ha partido; su luz continúa guiando desde el Oriente Eterno. ¡Descansa en paz, maestro y hermano!