La reconocida actriz cubana Niurka Marcos volvió a capturar la atención de sus seguidores al celebrar un momento muy significativo en su vida espiritual: 12 años desde que recibió la bendición de Changó, la poderosa deidad yoruba asociada al trueno, el fuego y la danza.
A través de sus redes sociales, Niurka compartió un emotivo video donde mostró cómo festejó esta fecha tan especial rodeada de sus seres queridos, fusionando tradición, alegría y espiritualidad.
Una Celebración Llena de Tradición
«12 años recibiendo la bendición de Changó, mi Padre… En familia, y toda una vida con su protección«, escribió la vedette en su publicación, dejando en claro la importancia de este aniversario en su vida.
En el video, se observa a Niurka y sus invitados vestidos de blanco, un color que simboliza pureza y conexión espiritual en la santería. El ambiente estuvo marcado por los cantos, los bailes y una energía vibrante que reflejaba el espíritu de la ocasión. A su lado estaban su pareja, su hijo Emilio y la novia de este, Leslie Gallardo, quienes compartieron la alegría del momento.
Detalles que Hablan de Fe y Cultura
El escenario de la celebración estaba decorado con un altar elaborado con esmero, visible en algunas de las imágenes. Este espacio sagrado, junto con los tambores y los cánticos típicos de la tradición yoruba, creó un ambiente profundamente espiritual y culturalmente rico.
La publicación generó una ola de reacciones entre sus seguidores, quienes no tardaron en elogiar su autenticidad y su compromiso por mantener vivas las tradiciones afrocubanas, incluso desde fuera de la isla.
Orgullo y Espiritualidad en Cada Paso
Niurka, conocida por su carácter único y su capacidad para conectar con el público, demostró una vez más que su esencia va mucho más allá de lo mediático. Este tipo de celebraciones no solo destacan su vínculo con sus raíces, sino que también reafirman su orgullo por la herencia cultural de Cuba.
Con esta fiesta, Niurka nos recuerda que la espiritualidad y la tradición son pilares que pueden mantenerse vivos sin importar dónde estemos, siempre que tengamos el corazón abierto y el alma conectada con nuestras raíces.