La controversia está servida: Alexander Delgado, líder del icónico dúo Gente de Zona, ha dado explicaciones sobre su presencia en el concierto del repartero cubano Bebeshito en Miami. En un contexto donde el arte y la política están inevitablemente entrelazados, sus declaraciones han dado mucho de qué hablar.
Según Alexander, todo comenzó con una simple invitación de Nelson, un amigo cercano y promotor del evento. “Yo fui porque me invitaron, no porque supiera de posibles conexiones políticas”, dijo con firmeza. “Me enteré por ustedes de esos comentarios”, aclaró al referirse a las críticas que inundaron las redes sociales tras su asistencia.
Pero, ¿qué hacía Alexander Delgado en un concierto de Bebeshito? Él mismo lo explicó: su aprecio por la música. “De hecho, me gusta su música y respeto a su equipo de trabajo”, confesó. Su intención nunca fue buscar protagonismo, sino disfrutar y apoyar al talento musical.
El artista también aprovechó para reflexionar sobre su propia carrera y la falta de reconocimiento que ha recibido en los medios oficiales cubanos. Con un toque de ironía, comentó: “Artistas como yo, que estamos de este lado, nunca salimos en el noticiero de Cuba. A ver si esto lo ponen”, refiriéndose al eco que tuvo el concierto de Bebeshito en la isla.
La declaración más contundente de Alexander vino al reafirmar su postura política. “Soy Patria y Vida. Tengo mi definición, pero no juzgo a nadie. Bebeshito no es mi amigo, pero admiro su música”, afirmó. Con estas palabras, dejó claro que, aunque su posición personal es firme, no mezclará sus convicciones con su apoyo al arte.
En un ambiente tan polarizado como el de la comunidad cubana en el exilio, sus palabras resuenan como un llamado al respeto por las diferencias. “Mi presencia no es política, es una muestra de apoyo al arte”, concluyó.
El líder de Gente de Zona vuelve a demostrar que el arte puede ser un puente, incluso en los momentos más complejos. La pregunta es: ¿los demás están listos para cruzarlo?