A pocos días de las explosiones ocurridas el pasado martes en un almacén militar en la comunidad de Melones, en el municipio Rafael Freyre, Holguín, la situación sigue siendo crítica. Las autoridades han confirmado que 13 personas permanecen desaparecidas, mientras continúan las detonaciones, aunque con menor intensidad.
Evacuaciones y riesgos persistentes
Joel Queipo Ruiz, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en Holguín, informó en su perfil de Facebook que las autoridades militares han permitido el retorno de algunas personas evacuadas a sus hogares. Según explicó, estas viviendas están ubicadas fuera del radio de peligro. Sin embargo, advirtió que el proceso de explosiones sigue activo, representando riesgos para cualquier intervención en el área.
El funcionario también señaló que todavía no es posible acceder al lugar exacto de los hechos, lo que ha impedido el rescate de los desaparecidos. Aunque no ofreció detalles concluyentes, sus declaraciones parecen indicar que las posibilidades de encontrar sobrevivientes son mínimas. «En cuanto las condiciones lo permitan se accederá al lugar con las medidas de protección necesarias», afirmó.
Críticas a la gestión y el silencio oficial
La situación ha generado fuertes críticas en las redes sociales. En particular, el perfil de Facebook Revista Digital Escribiendo Gibara acusó a las autoridades de abandonar la búsqueda de los desaparecidos. «Los dieron por muertos sin salir a buscarlos», denunció la publicación. Además, cuestionó la seguridad en torno al manejo de municiones envejecidas, especialmente al permitir que jóvenes sin experiencia trabajaran en estas condiciones. «¿Era seguro enviar a adolescentes a manipular armamento viejo y que podía explotar?», se preguntaron.
Este tipo de reclamos refleja una creciente frustración entre la población, especialmente porque las familias de los desaparecidos han sido informadas de que no es seguro recuperar los cuerpos debido al riesgo de nuevas detonaciones.
Evacuaciones y respuestas contradictorias
El Gobierno informó que cerca de 500 personas fueron evacuadas tras las explosiones, aunque no está claro cuántas de ellas han podido regresar a sus hogares. En contraste, reportes iniciales de medios oficiales como Cubadebate hablaban de 1.245 evacuados, una cifra que luego fue rectificada por las autoridades locales. Este manejo de información ha alimentado la confusión y las críticas.
En una escueta nota, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) confirmó que el almacén contenía «material de guerra», pero aseguró que el hecho «no representa peligro para la comunidad». Sin embargo, medios oficiales reconocieron que las detonaciones podrían continuar mientras se clasifican las municiones envejecidas en el lugar.
Un problema recurrente en la zona
Este no es el primer incidente de este tipo en Holguín. En 2020, explosiones en una zona militar cercana al poblado de La Púa generaron alarma entre los residentes y obligaron a evacuaciones. Según testimonios de la época, como el del usuario de Facebook Rafael Leyva, las explosiones estuvieron relacionadas con un incendio en una red de túneles militares donde se almacenaban explosivos.
Silencio oficial y lecciones pendientes
Mientras el diario oficial Granma elogiaba el «valor y profesionalidad» de los involucrados en la gestión de la crisis, evitó mencionar la falta de medidas de seguridad en el manejo de explosivos. Por su parte, el MINFAR limitó sus declaraciones a señalar que «se investigan las causas», dejando muchas preguntas sin responder.
Para las familias afectadas y la comunidad en general, las respuestas oficiales han sido insuficientes, dejando una sensación de desamparo y desconfianza. ¿Se tomarán medidas reales para evitar que algo así vuelva a suceder?
