Un avión de la aerolínea Eastern Air Express, que cubriría la ruta Miami-Camagüey, tuvo que ser evacuado en la pista del Aeropuerto Internacional de Miami momentos antes de despegar. A bordo se encontraban 54 pasajeros y tres tripulantes, quienes fueron retirados de manera segura utilizando los toboganes de emergencia.
Un «olor eléctrico» desata la alarma
El incidente ocurrió el viernes, cuando el vuelo BBQ2241 estaba programado para partir hacia el Aeropuerto Internacional Ignacio Agramonte en Camagüey, Cuba, a las 11:40 a.m.. Sin embargo, minutos antes, los ocupantes reportaron un «olor eléctrico» en la cabina. Este detalle activó los protocolos de seguridad, y la tripulación tomó la decisión de regresar el avión a la puerta de embarque y proceder con la evacuación.
Bomberos y equipos de emergencia en acción
Equipos de Rescate de Bomberos de Miami-Dade acudieron rápidamente al lugar. A pesar de no encontrar señales de incendio durante la inspección de la aeronave, las autoridades optaron por mantener la precaución y evacuar a todos los pasajeros. Hasta el momento, no se han reportado lesiones graves, aunque se continúa investigando el origen del olor sospechoso.
Un historial de incidentes recientes en el MIA
El mismo día, el estacionamiento Flamingo Garage del Aeropuerto Internacional de Miami fue escenario de otro incidente, cuando 12 vehículos se incendiaron entre los niveles uno y dos del garaje. Según Rogelio Vandamas, jefe interino del Distrito Norte del Departamento de Bomberos de Miami-Dade, el fuego comenzó a las 11:35 a.m. y dañó un total de cuatro vehículos directamente y ocho más de forma colateral. Afortunadamente, no se reportaron víctimas.
Este incidente ocurre semanas después de que un vuelo de American Airlines con destino a Miami tuviera que abortar su despegue en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana debido a un fallo en los indicadores de una puerta trasera.
Seguridad aérea en el punto de mira
Aunque ninguno de estos incidentes ha resultado en heridos graves, subrayan la importancia de los protocolos de seguridad en la aviación. La rápida acción de la tripulación y los bomberos en ambos eventos evitó mayores tragedias, demostrando que, ante cualquier señal de peligro, la prioridad sigue siendo proteger la vida de los pasajeros y trabajadores.
Este tipo de eventos, aunque poco frecuentes, son un recordatorio de la complejidad y los desafíos de garantizar la seguridad en los vuelos comerciales. Por ahora, las autoridades continúan investigando ambos casos para determinar las causas exactas y evitar futuros inconvenientes.