La situación en el almacén de municiones militares de Melones, en el municipio holguinero Rafael Freyre, sigue siendo crítica. Las explosiones continúan ocurriendo, complicando el acceso a la zona cero y, con ello, los esfuerzos de búsqueda para localizar a los desaparecidos.
Condiciones extremas en la zona del desastre
Según la comunicadora oficialista Lisandra Martín, quien actualizó detalles en su perfil de Facebook, las condiciones en el lugar son extremas. Hasta las 3:00 p.m. del 8 de enero, se reportó la última explosión registrada, y las temperaturas en el área, de acuerdo con tomas termo-radiográficas, superaban los 300 grados Celsius.
Martín también compartió una noticia devastadora: las probabilidades de supervivencia son prácticamente nulas para los desaparecidos. Según ella, a las 4:00 p.m., los familiares fueron informados de este sombrío panorama, mientras los especialistas continúan trabajando con “respeto y sensibilidad” hacia las víctimas y sus familias.
Silencio oficial y críticas al tratamiento de la tragedia
Aunque las autoridades aseguran contar con el personal y los recursos necesarios para actuar una vez que la zona sea accesible, la falta de información detallada en los medios oficiales ha generado críticas. Portales como Cubadebate y Granma han centrado su cobertura en las evacuaciones de los vecinos, omitiendo referencias directas a los desaparecidos o las acciones específicas para acceder al epicentro del desastre.
El General de División Ramón Pardo Guerra, presidente de la Defensa Civil, declaró al Noticiero de Televisión que es momento de esperar con calma mientras se recuperan de los hechos. Sin embargo, sus palabras, enfocadas únicamente en los evacuados, han sido señaladas como insensibles ante la angustia de las familias de los desaparecidos.
Vecinos temen lo peor
En declaraciones al medio independiente 14ymedio, vecinos de Melones expresaron su preocupación por la vida de los desaparecidos, entre ellos cuatro militares y nueve reclutas. Según una residente, las explosiones han continuado durante la noche y podrían persistir por varios días más.
“Mi hijo pasó el servicio militar en esa unidad y nunca lo dejaban acercarse a los almacenes de armamento porque decían que era peligroso, que todo estaba obsoleto”, relató una madre. “Si sigue explotando lo que hay bajo tierra, Melones podría desaparecer del mapa”, añadió, reflejando el temor generalizado en la comunidad.
Indignación en redes sociales
El tratamiento oficial de la tragedia ha desatado una ola de críticas en redes sociales y foros públicos. Familiares de las posibles víctimas han comenzado a expresar su descontento por la forma en que las autoridades están manejando el caso, mientras que la población denuncia el desinterés de la prensa nacional hacia el destino de los desaparecidos.
Este incidente, que ya ha puesto a cientos de familias en una situación de extrema vulnerabilidad, revela no solo las deficiencias en la infraestructura militar, sino también en el manejo de crisis por parte del gobierno. La población sigue esperando respuestas, pero hasta ahora, lo único que reina es el silencio oficial y el eco de las explosiones.