La reciente explosión en una unidad militar de Melones, municipio Rafael Freyre, en Holguín, ha dejado una profunda huella en la comunidad y el país. Autoridades de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), junto a la Defensa Civil, se han movilizado para evaluar la situación y coordinar las acciones necesarias tras este trágico suceso.
Cerca de 490 evacuados: una medida de precaución
Unas 490 personas residentes en zonas aledañas al siniestro han sido evacuadas como medida preventiva. Según un reportaje del Noticiero Estelar, las autoridades locales detallaron el operativo de evacuación, que incluyó garantizar alimentos básicos, como la leche para los niños.
El General de División y jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil, Ramón Pardo Guerra, llamó a mantener la calma, asegurando que se evalúa la posibilidad de que algunos vecinos puedan regresar a sus hogares pronto, siempre y cuando se garantice su seguridad.
Un desastre de origen tecnológico bajo investigación
Pardo Guerra describió el evento como un “desastre de origen tecnológico”, cuyas causas siguen siendo investigadas. Mientras tanto, la vigilancia en la zona continúa de manera constante, utilizando drones y otros medios tecnológicos para monitorear el área afectada.
Aunque las explosiones se detuvieron desde la madrugada del miércoles, columnas de humo todavía se podían observar desde las elevaciones cercanas, lo que evidencia la magnitud del incidente.
Evacuación en la madrugada: un operativo urgente
El presidente del Consejo de Defensa de la Zona de Melones, Alexander Peña González, explicó que el operativo de evacuación comenzó en la madrugada, inmediatamente después de las primeras explosiones severas. “Comenzamos por el asentamiento de Sao Nuevo, el más cercano a la Unidad Militar. Luego seguimos con los vecinos de El Cerro, Sao Redondo y finalmente los de Melones”, detalló Peña González.
Condiciones extremas en la zona cero
Según la comunicadora Lisandra Martín, quien ha mantenido actualizaciones en redes sociales, las condiciones en el área son verdaderamente extremas. La última explosión registrada ocurrió a las 3:00 p.m. del 8 de enero, y las temperaturas en la zona alcanzaron los 300 grados Celsius, según tomas termo-radiográficas.
Martín también compartió una noticia devastadora: las posibilidades de supervivencia de los desaparecidos son prácticamente nulas. A las 4:00 p.m., los familiares fueron informados de esta sombría realidad, mientras los equipos de rescate y expertos continúan trabajando con “respeto y sensibilidad hacia las víctimas y sus familias”.