Este martes, La Habana se cubrió de luto al despedir a Elinzzanith Paneque, una niña de apenas seis años que perdió la vida tras la explosión de una balita de gas en su hogar. En el mismo accidente, su hermano mayor, Helinzzon Paneque, de nueve años, resultó gravemente herido y aún lucha por su vida en el hospital. Esta tragedia ha dejado una marca imborrable en la comunidad y ha movilizado a muchas personas en un esfuerzo solidario.
El último adiós: un momento que conmovió a todos
Un video compartido por el activista Yankiel Fernández mostró el doloroso instante en que el pequeño ataúd blanco fue enterrado en presencia de familiares y amigos cercanos. Este momento, cargado de emoción, reflejó el impacto que esta pérdida ha tenido en todos los allegados.
La tragedia y la lucha por la vida
Tras el accidente, los hermanos fueron trasladados de inmediato al Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, donde ambos fueron ingresados en estado crítico. A pesar de los esfuerzos del equipo médico, Elinzzanith sucumbió a la gravedad de sus heridas. Por su parte, Helinzzon permanece en una lucha constante por sobrevivir, un hecho que mantiene en vilo a toda la comunidad.
Solidaridad en acción: el apoyo de “Aliento de Vida”
El proyecto “Aliento de Vida”, liderado por el activista Yankiel Fernández, ha jugado un papel clave en brindar apoyo a la familia Paneque. Desde el inicio, esta organización solidaria lanzó una campaña para recolectar productos esenciales como culeros desechables, cremas para quemaduras, y alimentos como jugos y gelatina. Esta iniciativa sigue activa para respaldar la recuperación de Helinzzon y aliviar la carga emocional y económica de la familia.
Un testimonio desgarrador: el dolor de una madre
Suelen Chacón, madre de los menores, compartió un mensaje desgarrador donde expresó la inmensidad de su pérdida. “Ninguna madre debería pasar por un momento tan duro”, escribió Chacón, quien lamentó profundamente no haber podido proteger a su hija. En sus palabras, describió el vacío y la impotencia que siente: “Es como si te hubieran quitado una gran parte de ti. El aliento se va”.
La madre también recordó cómo Elinzzanith, incluso tras el accidente, repetía con esperanza que quería recuperarse. Este recuerdo, junto a la conciencia de los sueños y metas truncados de su pequeña, hace aún más dolorosa su partida.