¡Las redes sociales en Cuba están que arden! La reciente inauguración de un supermercado exclusivo para pagos en dólares en efectivo ha generado una avalancha de críticas, incluso desde el propio oficialismo. Este nuevo punto de venta, ubicado en los bajos del hotel Gran Muthu Habana, en 3ra y 70, no ha pasado desapercibido, y es que su modelo de negocio está levantando más cejas que aplausos.
Una de las voces más destacadas en esta discusión ha sido la periodista oficialista Ana Teresa Badia, conocida por su participación en el programa «Mesa Redonda». En un post de Facebook, Badia no se contuvo y cuestionó abiertamente las decisiones detrás de este supermercado, que permite pagos solo en dólares en efectivo o con tarjetas internacionales, dejando fuera las populares tarjetas en Moneda Libremente Convertible (MLC).
El MLC, ¿olvidado o descartado?
Badia no solo criticó la exclusión del MLC, sino que también ironizó sobre su papel actual, preguntándose: «¿Qué se convirtió el MLC, en el polvo de Aladino?». Su comentario resonó con muchos cubanos que también se sienten desconcertados por el aparente cambio de rumbo en la política económica.
La periodista compartió anécdotas personales que reflejan los problemas que este sistema ha causado en el pasado, como las complicaciones que enfrentó su madre, una colaboradora médica, al convertir sus ingresos en MLC a pesos cubanos. Estos recuerdos amargos refuerzan su postura crítica hacia la nueva iniciativa.
Un modelo que divide opiniones
Pero eso no es todo. Badia también señaló que los problemas del comercio en Cuba van mucho más allá de la falta de recursos. Para ella, deficiencias en organización y atención al cliente también juegan un papel crucial. «Es como entrar a un lugar tortuoso cuando vas a comprar. Ni un saludo, ni una jaba, ni un trato amable. Parece que les debemos algo,» escribió, criticando el «desamor» que según ella define el servicio en las tiendas cubanas.
Dolarización a la fuerza
La apertura de este supermercado es parte de los esfuerzos del gobierno por captar divisas extranjeras en medio de la profunda crisis económica que enfrenta el país. Sin embargo, muchos, incluyendo a Badia, ven esta medida como un reflejo de una «dolarización» que llega sin explicaciones claras y que deja a la mayoría de los cubanos fuera de juego.
«No puede haber ningún proyecto experimental cuya implementación no se explique,» declaró Badia, enfatizando la importancia de una comunicación transparente para evitar rumores y descontento.
Un llamado a la reflexión
Con su característico tono crítico, Badia cerró su comentario asegurando que sus críticas no son pesimistas, sino constructivas. Pero lo cierto es que esta controversia refleja una desconexión creciente entre las políticas gubernamentales y las expectativas de la población. La «dolarización» que se avecina parece traer consigo más preguntas que respuestas.
Este supermercado en dólares es mucho más que una tienda. Es el símbolo de un debate más amplio sobre el rumbo económico y social de Cuba, y todos, desde el pueblo hasta el oficialismo, tienen algo que decir al respecto.
