La icónica zona comercial de 3ra y 70, en Playa, La Habana, se ha convertido en un claro reflejo de las tensiones económicas y sociales que enfrenta Cuba. En este punto concurren dos realidades: mientras la tienda en Moneda Libremente Convertible (MLC) muestra un desabastecimiento alarmante, una nueva tienda que opera en dólares estadounidenses luce abarrotada de productos y mantiene un flujo constante de clientes.
Estantes vacíos y opciones limitadas en MLC
Un video compartido por La Kinkalla TV expone la escasez que domina las tiendas en MLC. Estas, introducidas en 2019 como una medida para captar divisas extranjeras, permitían adquirir productos básicos usando monedas como el dólar o el euro mediante tarjetas magnéticas. Sin embargo, las imágenes muestran refrigeradores vacíos, neveras con productos poco atractivos y áreas de bebidas prácticamente desiertas, con apenas algunas cervezas Parranda a la vista.
El único punto medianamente abastecido es el de los jugos, aunque la variedad también es escasa. Entre los pocos productos disponibles se encuentran enlatados, pastas y otros artículos que no cubren las necesidades esenciales de los cubanos.
La nueva tienda en dólares: surtida, pero inaccesible
En contraste, la recién inaugurada tienda en dólares, ubicada en los bajos del Hotel Gran Muthu Habana, ofrece una amplia gama de productos nacionales e importados. Entre los más destacados están embutidos, carnes, cervezas, refrescos y electrodomésticos.
No obstante, los precios de estos productos están muy por encima del salario promedio en pesos cubanos, lo que los hace inaccesibles para una gran parte de la población. Este nuevo modelo de comercio ha generado incomodidad entre los consumidores que no disponen de dólares, alimentando críticas sobre la segmentación del mercado cubano y las crecientes desigualdades.
¿Un mercado más excluyente?
La dualidad económica se agrava con reportes de que algunas tiendas estatales han comenzado a rechazar pagos en MLC, aceptando solo dólares en efectivo o tarjetas internacionales. Esta situación ha provocado indignación en redes sociales, donde muchos cubanos expresan su frustración:
«Es una burla. Ni en las MLC ni en pesos cubanos encuentras lo que necesitas, pero si tienes dólares, parece que todo es más fácil», coinciden varios usuarios.
¿Estrategia económica o desigualdad estructural?
Las autoridades cubanas han defendido la apertura de estas tiendas en dólares como una medida para captar divisas y sostener una economía en crisis. Sin embargo, esta estrategia ha profundizado las desigualdades en el acceso a bienes de consumo, dejando a gran parte de la población excluida de este mercado paralelo.
Analistas señalan que la coexistencia de tiendas en MLC y en dólares refleja la dependencia de la economía cubana de las divisas extranjeras, pero también pone en evidencia una creciente dualidad que limita las opciones para quienes no tienen acceso a monedas fuertes.