En el panorama artístico cubano, donde los grandes nombres suelen ser pocos y la memoria colectiva a veces injusta, Samuel Claxton destaca como un verdadero tesoro cultural. Este actor, nacido en Camagüey en 1943, no solo ha sido un rostro familiar para varias generaciones, sino que también ha marcado un antes y un después en el cine, la televisión y el teatro de Cuba.
Los inicios: pasión por las tablas
Antes de conquistar escenarios y pantallas, Claxton dividía su tiempo entre su labor en la Cruz Roja y su amor por el teatro, presentándose en la Sala Prometeo. Fue tras cumplir el servicio militar cuando dio un paso decisivo en su carrera al unirse al Grupo Taller Dramático, debutando con la obra María Antonia. Ese momento marcó el inicio de una trayectoria que no ha dejado de crecer.
Protagonista de las tablas
Con más de 70 obras teatrales en su currículo, Claxton ha demostrado una versatilidad impresionante. Entre sus actuaciones más memorables destacan títulos como Santa Camila de la Habana Vieja, Unos hombres y otros, Divinas palabras, Andoba y La comuna de París. Su papel en Andoba fue un verdadero hito en el teatro cubano, consolidándolo como uno de los actores más destacados de su generación.
Un legado en el cine
El séptimo arte también ha sido un terreno fértil para Claxton, quien ha participado en icónicas películas cubanas que forman parte del imaginario colectivo. Obras como La última cena de Tomás Gutiérrez Alea, Retrato de Teresa de Pastor Vega, Los días del agua y Caravana son solo algunos ejemplos de cómo este actor ha dejado una marca indeleble en la historia del cine cubano.
Claxton en la televisión: el recuerdo imborrable
En la pantalla chica, Claxton ha encarnado personajes tan diversos como inolvidables. Su papel en la serie policíaca Su propia guerra es un ejemplo perfecto de su talento. Interpretó a un delincuente que descubre la identidad encubierta del personaje de Alberto Pujol (El Tavo), participando incluso en el intento de asesinato de este. La intensidad de su actuación sigue resonando entre los televidentes cubanos, y cada retransmisión de la serie continúa captando altos índices de audiencia.
Reconocimientos y legado
A lo largo de su carrera, Claxton ha recibido importantes premios, como el Premio ACTUAR por la Obra de la Vida en 2018, la Distinción por la Cultura Nacional otorgada por el Consejo de Estado, y el reconocimiento a la Mejor actuación masculina secundaria en el Festival de Teatro de Camagüey en 1983 por su trabajo en Santa Camila de la Habana Vieja.
Más que un actor, un ícono cultural
A sus 82 años, Claxton sigue activo en el mundo artístico, demostrando que el talento y la pasión no tienen edad. Sin embargo, su nombre a menudo pasa desapercibido en las conversaciones sobre grandes figuras de la cultura cubana, algo que debería cambiar. Samuel Claxton no solo es un actor; es un símbolo de la perseverancia, la entrega y el amor por el arte.
En un momento en que se busca preservar la memoria cultural de Cuba, es vital reconocer la contribución de figuras como Claxton, cuya obra ha tocado el corazón de generaciones y sigue siendo un faro de inspiración para nuevos artistas.