La delincuencia en Cuba ha llegado a niveles que rozan lo insólito. Este 31 de diciembre, en pleno cierre de año, un muñeco de Año Viejo, símbolo tradicional de las festividades, fue robado del portal de una vivienda en Villa Clara.
El propietario del muñeco, visiblemente indignado, no dudó en compartir el incidente en Facebook, dejando claro que no pensaba quedarse de brazos cruzados. En su publicación, lanzó un mensaje contundente: «Se busca al ladrón, vivo o muerto».
Un robo que causa sorpresa
Según relató el dueño en su publicación, el robo ocurrió a las 8:30 p.m., justo frente a la escuela Bantroy 1, en plena ciudad. La indignación por el acto era evidente, calificando lo sucedido como «alucinante» y señalando que los ladrones parecen estar dispuestos a llevarse cualquier cosa en la isla.
Entre sus palabras, el afectado no ocultó su frustración al referirse al robo como una acción «estúpida», reflejando el creciente malestar ciudadano ante la inseguridad. Para cerrar su mensaje, pidió colaboración: «Cualquiera que lo vea, que me escriba».
¿Un robo con humor deportivo?
La historia no tardó en generar reacciones en las redes sociales. Algunos internautas bromearon sobre el motivo del robo, sugiriendo que el ladrón podría ser un seguidor del Barcelona, ya que el muñeco llevaba un cartel relacionado con el Real Madrid.
Sin embargo, más allá del humor, este incidente revela una realidad preocupante que empaña incluso las tradiciones más queridas en Cuba.
El muñeco de Año Viejo: más que un adorno
El muñeco de Año Viejo es una tradición profundamente arraigada en la cultura cubana. Representa el cierre de un ciclo y, al ser quemado, simboliza la esperanza de dejar atrás todo lo negativo del año que termina. Este ritual no solo es un acto cultural, sino también una oportunidad para reunirse en familia y celebrar con optimismo el nuevo año.