En un contexto marcado por una crisis económica sin precedentes, incluso la prensa oficialista cubana ha admitido lo evidente: los cubanos enfrentan el cierre del 2024 en condiciones peores que las de su inicio. El periódico Girón, de Matanzas, lo dejó claro en una publicación reciente, reflejando la crudeza de las dificultades que atraviesa la isla.
Tradiciones que Se Desvanecen
En un mensaje en su cuenta de Facebook, el medio recordó que, en otros tiempos, reunir a la familia para despedir el año con un plato típico de carne de cerdo, arroz moro y yuca era una tradición alcanzable, incluso en los momentos más difíciles. Sin embargo, este año, «algunos matanceros todavía tratan de poner sabores y esperanzas, además de un plato sobre la mesa», evidenciando el nivel de precariedad que define el día a día de muchas familias.
Un Año Largo y Tormentoso
Girón describió al 2024 como un año “largo y tormentoso”, que ha puesto a prueba a los cubanos. Las familias enfrentaron constantes retos, incluyendo la incertidumbre de cómo garantizar la cena de fin de año, una tradición que, para muchos, ha quedado fuera de su alcance.
La Inflación y los Precios Prohibitivos
El acceso a alimentos básicos se ha convertido en uno de los desafíos más complejos. Aunque algunos productos todavía están disponibles en el mercado, los precios han alcanzado niveles prohibitivos, dejando a una gran parte de la población al margen. Esta realidad refleja el deterioro progresivo de las condiciones de vida en la isla.
La Canasta Básica, en Jaque
Por años, la canasta básica subsidiada a través de la libreta de abastecimiento fue un recurso esencial para muchas familias cubanas. Sin embargo, su capacidad de cubrir necesidades mínimas se ha visto gravemente afectada. A esto se suma la reciente decisión del gobierno de eliminar gradualmente los subsidios de este sistema, anunciada por el primer ministro Manuel Marrero Cruz.
Un Camino Sin Retorno
Durante su intervención en la Asamblea Nacional, Marrero Cruz reconoció el impacto de esta medida en el presupuesto familiar, afirmando que “se implementará poco a poco, producto a producto, pero es un camino que no tiene marcha atrás”. La declaración subraya un futuro incierto para los cubanos, quienes ya enfrentan una profunda crisis económica.