El 2024 marcó un hito en las cifras de deportaciones en Estados Unidos. Con más de 270.000 personas expulsadas, fue el año con mayor número de deportaciones en una década. Según datos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), este número representa casi el doble de las deportaciones realizadas durante el año fiscal previo.
Un panorama que recuerda al pasado
Los números de 2024 no se veían desde 2014, cuando más de 315.000 personas fueron deportadas. Incluso durante el primer mandato de Donald Trump, conocido por su postura dura contra la inmigración, la cifra más alta fue de 267.258 deportaciones en 2019. Este repunte en las expulsiones durante el último año evidencia una intensificación de las políticas migratorias.
Los destinos más comunes
México lideró como el principal destino de las deportaciones en 2024, con 87.298 personas devueltas al país vecino. Guatemala y Honduras ocuparon el segundo y tercer lugar, con 66.435 y 45.923 deportaciones, respectivamente. En total, el ICE reportó deportaciones a 192 países.
Limitaciones en los planes de deportación
A pesar de las cifras récord, el espacio limitado en los centros de detención sigue siendo un desafío. Durante 2024, el ICE detuvo un promedio diario de 37.700 personas. Para enfrentar este obstáculo, el estado de Texas ofreció terrenos rurales para crear zonas transitorias que faciliten las deportaciones masivas propuestas por el expresidente Trump.
Un cambio en las cifras de detenciones
En contraste, las detenciones por cruces ilegales en la frontera con México registraron un notable descenso. En noviembre de 2024, 46.612 personas fueron arrestadas al intentar cruzar ilegalmente, un 18% menos que en octubre y más de un 80% por debajo del récord histórico de 250.000 detenciones en diciembre de 2023.
Este descenso se atribuye a varios factores. Por un lado, México intensificó las restricciones migratorias dentro de su territorio hace un año. Por otro, las medidas implementadas por el presidente Joe Biden en junio para limitar el asilo también contribuyeron a reducir el flujo migratorio.
Un flujo que no se materializó
Aunque se esperaba un aumento en el flujo migratorio tras la victoria electoral de Donald Trump, las cifras indican lo contrario. Los números de noviembre fueron los más bajos desde julio de 2020, mostrando que las medidas restrictivas han logrado contener, al menos temporalmente, la afluencia de migrantes.
El 2024 deja un panorama complejo en materia migratoria, con políticas más estrictas, cifras históricas de deportaciones y una disminución en los cruces ilegales. Todo apunta a que el debate sobre inmigración seguirá siendo un tema central en la política estadounidense.