Amanda, una jubilada de 66 años, enfrenta la vida con una pensión de apenas 1.543 pesos cubanos. La comida en su mesa depende completamente de los envíos de su hija en España y su prima desde Miami. Recientemente, ambas lograron hacer una compra de 167,68 dólares en Supermarket 23, un lujo inalcanzable con los ingresos de Amanda.
«Gracias a ellas sobrevivo con el tema de la comida. Vivo sola y se me hace muy difícil zapatear por alimentos. Este año al menos tengo un pedacito de lomo de cerdo; el año pasado fue solo pollo», cuenta Amanda.
El desglose de esta compra incluye dos libras de lomo de cerdo por 8,97 dólares, frijoles negros a 2,40 dólares el paquete de medio kilo, jamón lasqueado (2,2 libras) por 15 dólares, y cuatro turrones que sumaron 14,69 dólares. «Es imposible para mí darme esos lujos con mi chequera», lamenta.
Comer en Cuba: un desafío cotidiano
En los mercados agropecuarios, Amanda enfrenta precios exorbitantes: arroz a 250 pesos la libra, frijoles negros a 500 pesos, y carne de cerdo a 900 pesos. Productos básicos como el tomate se venden a 500 pesos la libra, la col a 300, y la lechuga a 250 el mazo. Si los productos están en MLC (Moneda Libremente Convertible), el desafío se multiplica, ya que el tipo de cambio ronda los 270 pesos por dólar.
En noviembre, Amanda compró pechuga de pollo en MLC por 13,80 dólares. Otros productos como un galón de pasta de tomate cuesta 11 dólares, mientras que una lata pequeña se vende por 1,65 en la misma moneda. La leche en polvo de un kilo alcanza los 2.200 pesos y los huevos, un lujo para muchos, se venden a 3.270 pesos el cartón.
Celebraciones austeras
A pesar de las dificultades, Amanda celebró su cumpleaños con una ensalada fría que le costó 3.365 pesos. El jamón, la mayonesa, las aceitunas y los coditos dispararon el precio, aunque un amigo contribuyó con croquetas de pollo. «Una miniatura de cake y un vino espumoso completaron la fiesta, pero todo eso fue posible gracias a mi familia fuera del país», explica.
En San Miguel del Padrón: precios por las nubes
En otro rincón de La Habana, Rafa, un vecino de San Miguel del Padrón, cuenta cómo los precios de los productos básicos siguen subiendo. «Hoy la malanga está a 140 pesos y una col pequeña, medio hueca, cuesta 300. La carne de cerdo está bien cara; el lomo lo compré a 1.100 pesos la libra, pero seguro sube antes del 31», afirma Rafa.
En un mercadito cercano, las chuletas alcanzan los 1.150 pesos la libra, el lomo ahumado 1.200, y el jamón «rápido» llega a 4.300 pesos. Una clienta, quien prefiere no revelar su nombre, comparte que pagó 1.800 pesos por una libra de lomo de res para el puré de malanga de su nieto. «Esto es un sin vivir, comes hoy y no sabes si podrás hacerlo mañana», expresa con resignación.
Ferias estatales: lejos de ser accesibles
En Santiago de Cuba, Yanira relata su experiencia en una feria estatal. Logró comprar dos libras de frijoles a 350 pesos cada una, dos de chopo por 45 pesos, dos pescados de un kilo y medio por 350 la libra, y un paquete de cebolla a 250 pesos. Aunque agradece haber conseguido pescado, lamenta no haber alcanzado la carne de cerdo que se vendía a 650 pesos la libra. «Con estos precios, no hay esperanzas de nada para el 31», dice Yanira.
El análisis económico: números alarmantes
Según el economista Pedro Monreal, una familia de tres personas en Cuba necesita entre diez y once salarios mínimos para cubrir su alimentación mensual. Este cálculo se basa en los precios del año anterior, cuando el salario mínimo era de 2.100 pesos. Otro economista, Omar Everleny Pérez, estimó que una canasta básica alimentaria mínima para dos personas cuesta casi 20.000 pesos al mes, superando con creces el salario promedio estatal de 4.219 pesos.
La ayuda desde el exterior: un salvavidas necesario
Zarita, una jubilada que vive sola desde que su familia emigró, tendrá una cena digna este 31 de diciembre gracias a un combo enviado desde Cuballama. Por 100 dólares, recibió cuatro libras de masas de cerdo, cuatro de bistec de cerdo, dos libras de arroz, dos de frijoles y otros productos básicos que serían inalcanzables con su pensión.
Mientras tanto, en sitios como «La Shopping de Camagüey», un paquete que incluye pollo, arroz, frijoles, huevos, café y otros artículos cuesta 165 dólares, un precio que solo puede ser pagado por familiares desde el extranjero.