En un país donde muchas familias apenas pueden costear una cena modesta, Sandro Castro, nieto de Fidel Castro, parece vivir en una realidad paralela. Este fin de año, el joven, que recientemente se definió como un “joven revolucionario”, no ha escatimado en gastos, mostrando un estilo de vida que contrasta fuertemente con la realidad de la mayoría de los cubanos.
Entre ceviches y vinos frente al malecón
Sandro ha sido visto frecuentando exclusivos restaurantes en La Habana, donde el costo de un plato puede equivaler al salario básico mensual de un cubano. Recientemente, visitó un restaurante italiano frente al malecón, Marechiaro cucina italiana e pizzeria napoletana, acompañado de su novia, Laura Daniela Álvarez. En este lugar, una pizza sencilla cuesta alrededor de 1.750 pesos cubanos, mientras que otras opciones pueden alcanzar los 3.000 pesos.
El joven no escatimó en bebidas, compartiendo en sus redes sociales una copa de vino blanco cuyo precio oscila entre 3.500 y 5.000 pesos la botella. Mientras tanto, el salario básico en Cuba es de 2.100 pesos mensuales, lo que deja claro que disfrutar de este tipo de experiencias está lejos del alcance de la mayoría.
Lujos y fiestas en tiempos de apagones
La vida ostentosa de Sandro no se limita a cenas caras. A principios de este mes, celebró su cumpleaños “por todo lo alto” en el Bar EFE, en El Vedado, un local que él mismo regenta. El evento se llevó a cabo sin interrupciones eléctricas, a pesar de que gran parte del país sufría apagones debido a problemas en la generación de energía.
En esta celebración, los invitados disfrutaron de cócteles, vino espumoso y “shots” de Tequila Rose, cuyo costo en el bar alcanza los 2.000 pesos cada uno. Además, se ofreció cerveza Cristal, valorada en 500 pesos por unidad, un lujo impensable para quienes apenas logran cubrir los gastos básicos.
La realidad de los cubanos: cenas inalcanzables
Mientras Sandro disfruta de su vida de lujos, muchas familias cubanas enfrentan enormes dificultades para preparar una cena decente este fin de año. Según el análisis realizado por Food Monitor Program (FMP), el costo de una cena típica para una familia de cuatro personas asciende a unos 8.200 pesos cubanos, lo que equivale a casi cuatro salarios básicos.
Los precios en los mercados son desalentadores:
- Una libra de arroz cuesta 300 pesos.
- Una libra de frijoles, 500 pesos.
- La libra de carne de cerdo, un básico en la mesa cubana, cuesta al menos 1.000 pesos.
- Ingredientes como el aceite (600 pesos la libra) o el ajo (50 pesos la cabeza) también disparan los costos.
Añadir un postre a la cena implica un gasto adicional. Por ejemplo, un turrón cuesta 700 pesos, una libra de leche en polvo, 900, y una botella de vino o sidra para brindar supera los 1.800 pesos.
Una brecha cada vez más evidente
El contraste entre el estilo de vida de Sandro Castro y la realidad de los cubanos no pasa desapercibido, especialmente en redes sociales, donde el joven genera polémica cada vez que comparte sus lujos. Mientras cientos de miles de jubilados sobreviven con pensiones mínimas de 1.528 pesos al mes, apenas suficiente para comprar una libra de algunos productos básicos, Sandro parece vivir en un mundo donde la escasez no existe.
