A solo cinco días para despedir diciembre, las bodegas de Santiago de Cuba comienzan a recibir los alimentos de la cuota normada, un sistema que, además de insuficiente, sigue llegando tarde mes tras mes. Este retraso es solo una muestra más de la ineficiencia en la distribución de los productos básicos en el país.
¿Qué incluye la cuota normada?
El pasado jueves, el Ministerio del Comercio Interior (MINCIN) compartió en su página de Facebook el listado de alimentos correspondientes a este mes. Según la información oficial, cada consumidor recibirá:
- Dos libras de arroz.
- Dos libras de azúcar.
- 10 onzas de chícharos.
- Un paquete de 115 gramos de café.
- Aceite y sal, en cantidades que varían según el tamaño del núcleo familiar.
- Leche en polvo, exclusiva para niños de cero a dos años.
Este anuncio no sorprende a los cubanos, acostumbrados a lidiar con una cuota que no cubre ni las necesidades más básicas y que, además, llega con importantes retrasos y entregas incompletas.
Una crisis que golpea a todos
En los últimos meses, los incumplimientos en la distribución de víveres mediante la libreta de abastecimiento se han agravado, dejando a miles de familias en una situación desesperante. A pesar de las promesas del gobierno de priorizar la entrega de la canasta normada, productos como el arroz, el azúcar, el aceite y el pollo no siempre llegan en las cantidades previstas.
Las autoridades justifican esta realidad señalando problemas logísticos y de transporte, pero para el ciudadano de a pie, las explicaciones no resuelven el vacío en los estantes ni el hambre en los hogares.
Más allá de la libreta: precios altos y apagones
La escasez de alimentos y los altos precios en el mercado son, junto a los apagones, los principales problemas que enfrenta la población cubana. El acceso a lo básico se ha convertido en una lucha diaria, y las soluciones del gobierno no parecen estar a la altura de la crisis económica que golpea al país.
Un cambio que preocupa
La incertidumbre crece con la reciente decisión del gobierno de eliminar los subsidios a la canasta básica. Según el primer ministro Manuel Marrero, esta medida se implementará «poco a poco, producto a producto» y busca reorientar las ayudas hacia las personas en situación de vulnerabilidad.
Sin embargo, las autoridades no han detallado cómo funcionará este nuevo sistema, dejando a muchos con más preguntas que respuestas. Lo que sí han admitido es que la medida afectará el poder adquisitivo de la población, ya de por sí limitado.
¿Qué esperar para el 2024?
El panorama no es alentador. Mientras el gobierno habla de reestructuraciones y ajustes, las familias cubanas siguen enfrentando un día a día marcado por la incertidumbre, la escasez y el descontento. La cuota normada, aunque insuficiente, ha sido durante décadas un recurso vital para millones. Su transformación o eliminación podría agravar aún más la crisis social y económica del país.
El pueblo cubano, acostumbrado a resistir en las circunstancias más adversas, se prepara para un nuevo año con más preguntas que certezas. La esperanza, como siempre, sigue siendo el motor que impulsa a quienes luchan por un futuro mejor.