La Navidad en Cárdenas, Matanzas, tuvo un toque especial este año gracias a un grupo de voluntarios que, con mucho corazón, organizó una jornada solidaria para llevar comida y postres a familias necesitadas. En medio de las dificultades económicas que enfrenta Cuba, esta iniciativa se convirtió en un rayo de esperanza para muchos.
El grupo de Facebook “Cardenenses en Facebook” fue el escenario donde Kiryat Poey compartió detalles de esta hermosa acción liderada por Idalmys. Desde su propia casa, que se transformó en el centro de operaciones, se prepararon alimentos y se organizó toda la logística para repartirlos. ¡Una muestra de que, con ganas y unión, se pueden hacer grandes cosas!
Los héroes anónimos de esta historia
Detrás de este noble gesto hay nombres que merecen ser mencionados. Zuleyka, por ejemplo, no solo ayudó en la preparación, sino también en la distribución de los alimentos. Guelsys aportó una caja de pollo y estuvo atenta a cualquier necesidad que surgiera. Y Mia Rahid, con un espíritu admirable, sacrificó su propia Nochebuena para llevar comida a diferentes puntos de la ciudad.
“Me da pena enviarla sola a una dirección, pero con una sonrisa enorme me dijo: ‘Despreocúpate, yo voy’”, relató Poey, mostrando la entrega y compromiso de todos los involucrados.
Dulces gestos que endulzan la vida
Los voluntarios también recibieron apoyo de negocios locales, como la Dulcería ubicada en la calle Cristina #870, que donó postres para complementar la cena solidaria. “Siempre promoveré su negocio y los apoyaré como ellos nos apoyaron hoy. Se merecen prosperidad por ser buenas personas”, escribió Poey, agradeciendo el gesto.
Gracias a estas contribuciones, muchas familias de Cárdenas disfrutaron una noche diferente, demostrando que la empatía y la solidaridad pueden iluminar hasta los momentos más oscuros.
La solidaridad en otras partes de Cuba
Este espíritu navideño también se sintió en otros puntos del país. En Guanabo, La Habana, el Bar K5 anunció un almuerzo solidario para fin de año, dirigido a niños en situaciones familiares difíciles, ancianos desprotegidos y personas sin hogar. Hugo Puig González, el dueño, destacó que esta iniciativa busca brindar alegría y una buena comida a quienes más lo necesitan.
Por otro lado, en Santiago de Cuba, la Misión San Pedro organizó un evento similar que benefició a 200 personas, incluyendo aquellas con problemas de salud que no pudieron asistir. El párroco Rodhin Alonso Colomar lideró esta acción, llevando alimento y apoyo a quienes más lo necesitan.
Cuando la comunidad se une, suceden milagros
Estas historias son un recordatorio de que, incluso en tiempos de crisis, la solidaridad puede marcar una gran diferencia. Desde voluntarios hasta negocios locales, cada gesto cuenta. Y en Cárdenas, este esfuerzo colectivo logró regalar esperanza y alegría a muchas familias durante una Navidad inolvidable.