Han pasado casi siete meses desde que Adrián Cruz Hidalgo, acusado de un doble asesinato en Cienfuegos, desapareció sin dejar rastro. ¿El motivo? Todo apunta a un triángulo amoroso que terminó en tragedia. Pero lo más alarmante no es solo el crimen, sino el silencio de las autoridades que parecen haber dejado este caso en el olvido.
¿Quiénes fueron las víctimas?
El fatídico 28 de mayo, dos vidas se apagaron. Ailén Tartabull, una madre que dejó a un pequeño sin su figura materna, y Víctor Manuel Ojeda Alpízar, administrador de una bodega y padre ejemplar de un adolescente, fueron asesinados. Este acto de violencia ha dejado a sus familias sumidas en el dolor y a una comunidad entera exigiendo respuestas.
Según allegados, Víctor Manuel era un hombre honesto, trabajador y de valores intachables. Su hijo, Christopher, de apenas 15 años, enfrenta la devastadora pérdida de su padre, mientras la justicia parece mirar hacia otro lado.
¿Dónde está la justicia?
Lo que más indigna no es solo la brutalidad del crimen, sino la indiferencia de las autoridades locales. Los familiares aseguran que el caso ha sido archivado «hasta nuevo aviso», como si se tratara de un trámite cualquiera. Mientras tanto, Adrián Cruz Hidalgo, señalado como el principal culpable, sigue prófugo.
A través de las redes sociales, los familiares de las víctimas han alzado la voz. Denuncian que las autoridades no han convocado reuniones ni informado de avances en la investigación. Irma Broek, una usuaria cercana a la familia, compartió en Facebook: «¿Hasta cuándo? Estamos exigiendo justicia y no se manifiestan».
Un llamado a la acción: la búsqueda del presunto culpable
Los familiares han recurrido a las redes para encontrar a Cruz Hidalgo, describiéndolo como un «psicópata frío y calculador» y un peligro latente para la sociedad. Instan a todos a compartir su imagen y aportar cualquier información que pueda llevar a su captura.
Además, este caso ha sacado a la luz una crítica recurrente al sistema judicial cubano: la impunidad en casos de violencia extrema. «Dirigentes de Cuba, Cienfuegos, MININT, ¡hagan su trabajo!», exigen los afectados, dejando claro que no descansarán hasta que se haga justicia.
Un crimen que no puede quedar en el olvido
El doble homicidio en Cienfuegos es una herida abierta no solo para las familias de las víctimas, sino para una sociedad que cada vez confía menos en las instituciones encargadas de protegerla. Mientras el caso sigue sin resolverse, el mensaje es claro: la justicia debe prevalecer, y el silencio no es una opción.