El Ministerio de Comercio Interior (Mincin) ha asegurado recientemente que la distribución de la libreta de abastecimiento para 2025 está garantizada para todos los hogares del país. Este anuncio, realizado a través de sus perfiles oficiales, busca llevar tranquilidad a la población en medio de un contexto económico cada vez más desafiante.
Un sistema en crisis: menos alimentos, más dificultades
Aunque el gobierno afirma la continuidad de este sistema de racionamiento, lo cierto es que la cantidad de alimentos que garantiza ha disminuido progresivamente. Esta situación refleja las crecientes dificultades organizativas y económicas que enfrenta el país, generando preocupación entre los cubanos.
Según informó el Mincin, las nuevas libretas ya están disponibles en provincias como Pinar del Río, Mayabeque, Ciego de Ávila, Holguín, Santiago de Cuba y la Isla de la Juventud. Sin embargo, otras regiones, como Sancti Spíritus y Camagüey, aún enfrentan retrasos significativos en su confección y distribución. Ante esta situación, el ministerio anunció que los productos normados de enero podrán adquirirse utilizando la libreta de 2024, implementando un sistema de anotaciones que busca evitar interrupciones.
Cuestionamientos de la población
El comunicado no ha pasado desapercibido. Muchos cubanos ven estas dificultades como una prueba más de la incapacidad del sistema para resolver problemas básicos de distribución. Los constantes atrasos en la entrega de alimentos y productos normados han provocado un creciente malestar, especialmente entre aquellos que dependen exclusivamente de este sistema para cubrir sus necesidades.
Eliminación de subsidios: un camino sin retorno
El anuncio del Mincin coincide con la reciente aprobación de un plan para eliminar los subsidios a la canasta básica, medida que también se gestiona a través de la libreta de abastecimiento. Según el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, este es un proceso que “no tiene marcha atrás”, aunque reconocen su complejidad y el impacto directo que tendrá en el poder adquisitivo de los cubanos.
“Estamos buscando mecanismos para implementar esto poco a poco, producto a producto”, afirmó Marrero durante una sesión de la Asamblea Nacional. No obstante, también admitió que la mayoría de los trabajadores no podrían cubrir las diferencias de precio con sus actuales salarios, lo que agrava aún más la situación.
Impacto económico y social
Estas medidas llegan en un contexto de inflación galopante, escasez de productos, devaluación de la moneda nacional y salarios insuficientes. Además, generan nuevas preocupaciones sobre el acceso a alimentos y productos básicos para las familias más vulnerables. La eliminación de subsidios podría marcar el fin de una era en la distribución racionada, pero también pone en evidencia las profundas limitaciones del sistema actual.
Según el Mincin, garantizar la canasta familiar normada sigue siendo una prioridad. Sin embargo, los problemas logísticos y de transporte continúan siendo un obstáculo importante para abastecer las más de 12 mil bodegas que operan en el país. Este descontento se suma a la percepción de que la libreta de abastecimiento, que en otro tiempo representó un apoyo esencial, cada vez pierde más relevancia.
