La angustia sigue viva en el poblado de La Ermita, Trinidad. Felicia Gómez Díaz, una anciana de 67 años, cumplió este miércoles 20 días desaparecida, dejando tras de sí una familia y una comunidad sumidas en la incertidumbre.
Una rutina que terminó en misterio
El pasado 5 de diciembre, Felicia salió temprano en la mañana a buscar sus vacas, como lo hacía habitualmente. Vestía un abrigo verde, licra, botas de goma y una gorra azul del equipo de béisbol espirituano. Desde entonces, nadie ha vuelto a verla.
Felicia lleva más de cuatro décadas viviendo en una pequeña finca familiar en La Ermita, en la carretera que conecta Trinidad con Sancti Spíritus. Su desaparición no parece estar relacionada con un robo, ya que las vacas regresaron solas, según explicó un familiar: «Las vacas siempre van para donde mismo y vuelven solas.»
Desesperación familiar y una búsqueda incansable
Su esposo notó su ausencia apenas una hora después de que ella saliera, iniciando de inmediato una búsqueda que rápidamente involucró a vecinos y amigos de la zona. Su nieta, Jéssica Cabrera Gómez, ha utilizado las redes sociales para pedir ayuda:
«Mi abuelita continúa desaparecida. Hoy, 20 de diciembre, hacen 15 días, dos semanas. Desde el 5 de diciembre desapareció sin dejar rastro. Por favor, compartan y cualquier información escribir a mi Messenger.»
A pesar de los esfuerzos de la familia y la comunidad, no hay pistas claras sobre su paradero. Además, han tenido que desmentir rumores que circularon en redes sociales sobre el hallazgo de su cuerpo, aclarando que tales versiones son completamente falsas.
Críticas a la actuación policial
La familia ha denunciado la falta de acción inmediata por parte de las autoridades. Relataron que, aunque reportaron su desaparición el mismo día, la Policía argumentó que debían esperar 24 horas antes de intervenir. Al día siguiente, un oficial llegó con un perro rastreador, pero afirmó que «como habían pasado 24 horas, ya no había pistas.»
La indignación creció cuando, mientras los vecinos y familiares limpiaban áreas con hierbas altas buscando pistas, los agentes fueron vistos descansando bajo una mata de mangos. «Estaban esperando no se sabe qué,» lamentaron los familiares.
Una comunidad unida
Desde el primer día, los vecinos de La Ermita y otros poblados cercanos se unieron a la búsqueda. Aunque algunos han tenido que retomar sus trabajos, la finca de la familia Gómez sigue siendo un centro de operaciones donde amigos y familiares no han dejado de trabajar incansablemente para dar con Felicia.
¿Cómo ayudar?
La familia mantiene viva la esperanza y pide a cualquier persona con información que se comunique al número 59996249. La desaparición de Felicia no solo ha conmovido a su comunidad, sino que ha puesto de manifiesto la importancia de la solidaridad y la urgencia de respuestas.