El sistema de salud cubano, que alguna vez fue un orgullo nacional y un referente de la política social del país, atraviesa hoy uno de sus momentos más críticos. En 2023, más de 13,000 médicos abandonaron el sistema de salud pública de la Isla, según datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). Este éxodo masivo de profesionales, junto con la grave escasez de insumos y medicamentos, está llevando al sistema de salud a un punto de quiebre.
Un Éxodo Masivo de Profesionales de la Salud
De acuerdo con el informe de la ONEI, en 2023 el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) registró a 80,763 médicos activos, una disminución de 13,303 en comparación con los 94,066 del año anterior. Pero la crisis no se limita solo a los médicos. El total de trabajadores del MINSAP también sufrió una caída significativa, pasando de 281,098 en 2022 a 248,512 en 2023, lo que representa una pérdida de 32,586 profesionales. Esta cifra supera incluso la deserción de años anteriores, que fue de 31,308.
Más que Médicos: La Escasez Abarca Todos los Sectores
La crisis afecta a todos los sectores del sistema de salud, no solo a los médicos. Estomatólogos, enfermeros, técnicos y otros licenciados en áreas de la salud también han abandonado sus puestos. Por ejemplo, en 2023 se registró una disminución de 3,125 estomatólogos y 6,285 enfermeros en comparación con el año anterior. Además, el personal técnico y otros especialistas también vieron una caída de 6,191 profesionales, reflejando una fuga de talento y una escasez generalizada.
Impacto Directo en la Calidad de los Servicios de Salud
El resultado de esta disminución del personal médico y sanitario es un impacto directo en la calidad de los servicios de salud en Cuba. Según las estadísticas oficiales, la proporción de habitantes por médico aumentó de 113 en 2022 a 127 en 2023, lo que significa una mayor presión sobre los pocos profesionales que quedan en el sistema. Esta cifra revela la creciente sobrecarga en los hospitales y consultas, lo que afecta la atención y eficacia de los servicios prestados.
Disminución de Recursos: Menos Camas, Más Problemas
Además de la falta de personal, el sistema de salud enfrenta una reducción drástica de recursos. En 2023, el número de camas disponibles para la atención médica bajó a 38,483, lo que representa una caída de 3,369 camas en comparación con el año anterior. Este dato es un reflejo claro de la crisis estructural del sistema, que se ve cada vez más incapaz de enfrentar la creciente demanda de atención médica, especialmente en un contexto de desgaste y colapso de muchos hospitales.
Misiones Internacionales vs. Necesidades Locales
Lo que agrava aún más la crisis es que, a pesar de la situación interna, el gobierno cubano sigue enviando médicos y profesionales de la salud a otros países como parte de sus misiones internacionales. Estas exportaciones de profesionales de la salud han sido una fuente importante de ingresos para el régimen, pero se contrastan fuertemente con la realidad interna en los hospitales y clínicas de Cuba, donde la falta de atención, medicamentos y equipos básicos es cada vez más notoria.
El Descontento de la Población: Entre la Frustración y el Abandono
Esta política de enviar médicos al extranjero ha generado un fuerte malestar entre la población cubana, que percibe una clara desatención por parte de las autoridades hacia las necesidades sanitarias internas, mientras que se priorizan intereses económicos y políticos en el extranjero. Para muchos, la situación refleja un abandono de la salud pública local en favor de acuerdos internacionales que, aunque traen ingresos, no resuelven los problemas que afectan a la ciudadanía dentro de la isla.
