Una tragedia sacudió la comunidad de El Cristo, en Santiago de Cuba, con la pérdida de Lisnet Guzmán de la Cruz, una joven de solo 15 años que terminó con su vida tras un intento de suicidio provocado por el ciberacoso y la difamación en las redes sociales. La muerte de Lisnet ha puesto nuevamente en el centro del debate la violencia digital que afecta a tantos jóvenes, especialmente en un contexto donde las redes sociales, lejos de ser un lugar seguro, se han convertido en un terreno fértil para el hostigamiento.
El periodista Yosmany Mayeta fue el encargado de dar a conocer esta desgarradora historia, informando que el pasado 19 de diciembre, una publicación anónima en la página de Facebook «Ventorrillo El Cristo» atacó a la adolescente con comentarios crueles sobre su vida personal. Lo que parecía ser una simple publicación más, terminó siendo una carga emocional insoportable para Lisnet.
El sufrimiento detrás del suicidio: una joven en desesperación
La publicación, que no tenía otro propósito más que difamar y humillar, acabó desbordando a Lisnet. Incapaz de soportar la presión emocional que generaron las burlas y las mentiras, la joven tomó la fatídica decisión de ingerir 36 pastillas de un medicamento (el nombre se mantiene en reserva por privacidad). Dos días después, el sábado por la tarde, Lisnet falleció en el Hospital Infantil Norte de Santiago de Cuba, poniendo fin a una tragedia anunciada.
Mayeta, en su informe, destacó que esta no fue la primera vez que Lisnet había enfrentado una situación similar. Según allegados a la familia, la joven había intentado suicidarse a mediados de este mismo año, debido a un episodio de ciberacoso comparable, lo que deja claro que la presión emocional constante no fue una carga nueva para ella, sino una agonía repetida que no encontró un espacio para sanar.
A pesar de que Lisnet recibió atención psicológica y comenzó un tratamiento para la depresión, la violencia digital continuó acechando su vida. Las publicaciones anónimas y el acoso constante que vivió la llevaron a un estado de desesperación del que, lamentablemente, no pudo recuperarse. Su caso resalta la urgencia de abordar el impacto de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes.
El peligro de «Ventorrillo El Cristo» y la falta de control en las redes sociales
La página de Facebook «Ventorrillo El Cristo» no es desconocida por la comunidad, ya que ha sido señalada en múltiples ocasiones por difundir publicaciones anónimas que atacan a los habitantes de la localidad, especialmente a los jóvenes. Lo que comenzó como un espacio aparentemente dedicado a la venta y los negocios, se ha convertido en un epicentro de difamación, donde la impunidad reina y las víctimas no encuentran protección.
Es importante resaltar que este tipo de páginas no solo causan daño emocional, sino que también crean un ambiente tóxico que afecta gravemente la salud mental de los afectados. El caso de Lisnet Guzmán es uno de los más trágicos, pero no el único. Las consecuencias del ciberacoso van más allá de las palabras, y pueden destruir vidas, como tristemente ocurrió en este caso.
Un llamado urgente a la acción: prevención del ciberacoso
El dolor causado por la muerte de Lisnet ha llevado a su familia, amigos y la comunidad en general a exigir que las autoridades locales, incluido el Ministerio del Interior y la Dirección Provincial de Salud, investiguen a fondo a los administradores de la página «Ventorrillo El Cristo» y tomen medidas efectivas para evitar que tragedias como esta se repitan.
La comunidad exige que se tomen acciones concretas para frenar la difusión de publicaciones malintencionadas y proteger a los más vulnerables, en especial a los adolescentes que sufren las consecuencias de un mundo digital que, a menudo, no está preparado para lidiar con los efectos negativos del ciberbullying.