Una familia cubana vive momentos de gran incertidumbre tras la desaparición de Evangelio Rafael Batista Montero, conocido cariñosamente como «Fello». Este hombre mayor, sordo y con problemas de salud, salió desde Holguín hacia La Habana el miércoles pasado. Según sus familiares, llegó a la terminal de ómnibus de la capital, pero desde entonces no se ha sabido nada de él.
La preocupación se hizo pública cuando su sobrina nieta, Darleny Nashlie Zaldívar Escalona, compartió el caso en el grupo de Facebook “Choferes de Ómnibus por Siempre”. En su publicación, Darleny explicó que Fello debía tomar otro ómnibus para regresar a Holguín, pero nunca abordó el transporte. Desde ese momento, la familia ha buscado desesperadamente pistas sobre su paradero.
Un hombre vulnerable en un entorno desconocido
La desaparición de Fello ha generado un gran nivel de angustia entre sus seres queridos. Como una persona mayor, enferma y con discapacidad auditiva, las probabilidades de que se haya desorientado son altas. “Es sordo y está enfermo. Ningún familiar tiene conocimiento de su paradero en La Habana”, escribió Darleny, apelando a la comunidad para que ayuden a encontrarlo.
La familia ha intentado comunicarse con las terminales de ómnibus para obtener información, pero hasta ahora no han tenido éxito. “Llamamos a las terminales y no cogen el teléfono”, denunció Darleny, mostrando su frustración ante la falta de respuestas.
Ayuda urgente: ¿Dónde está Fello?
Ante la falta de apoyo por parte de las autoridades, la familia ha recurrido a las redes sociales. Piden a los ciudadanos y chóferes que colaboren compartiendo información y llamando al número 51436380 si saben algo sobre el paradero de Fello.
Este no es el único caso reciente de desapariciones en Cuba. En La Habana, una familia del municipio San Miguel del Padrón busca a María Elena Cuéllar, una mujer de 68 años con una condición nerviosa que desapareció el sábado pasado. De igual forma, los allegados de Odey Gamboa Batista, residente en Cienfuegos, piden ayuda para localizarlo tras tres días sin saber de él.
La desaparición de Fello subraya la angustiosa realidad de muchas familias cubanas que enfrentan estas situaciones sin el apoyo necesario. Mientras tanto, la comunidad sigue movilizándose, uniendo esfuerzos en la búsqueda de respuestas.
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