Un lamentable hecho ha sacudido a la comunidad de Santiago de Cuba. Este sábado, un niño de tan solo un año, Hanoi Aguilera Montero, perdió la vida tras varios días ingresado en el Hospital Infantil Norte (Ondi). La causa, según informes preliminares, podría ser la ingesta de un salami contaminado, aunque esto aún no se ha confirmado oficialmente.
La noticia fue dada a conocer por el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada en su cuenta de Facebook. En su publicación, compartió detalles desgarradores del caso, incluyendo la situación de la hermana del menor, quien también ingirió el mismo alimento y permanece en terapia intensiva en estado muy grave. Este suceso ha generado una ola de conmoción y preguntas sin respuesta en la localidad.
La tragedia no termina con la pérdida de Hanoi. El periodista compartió una foto del velorio en la funeraria de El Caney, el lugar donde vive la familia. En declaraciones a Mayeta, un familiar explicó que «los médicos nos dijeron que murió por ingestión de salami, pero que, cuando estén los resultados de la necropsia, podremos decir con certeza por qué falleció».
Las especulaciones sobre la causa exacta no se han hecho esperar. Mientras algunos afirman que el salami estaba contaminado con insecticida, otros sugieren que podría haberse tratado de una lechuga en mal estado. Incluso hay quienes aseguran que las pruebas realizadas al embutido dieron negativas para contaminación, y que el verdadero problema fue que el padre de los niños habría transportado el salami en una carretilla donde previamente había habido pesticidas.
Un familiar de los menores, sin embargo, fue categórico al hablar con el periodista: «Lo que ingirieron fue salami, no lechuga». A pesar de las versiones encontradas, lo cierto es que el caso ha desatado una gran preocupación en la comunidad y ha dejado a muchas personas cuestionando las condiciones de manipulación y almacenamiento de los alimentos.
Hasta ahora, ningún medio oficial ha emitido declaraciones sobre este terrible suceso, lo que ha aumentado la incertidumbre y el malestar entre los habitantes de la región. Este caso pone en evidencia la urgente necesidad de mejorar los controles de seguridad alimentaria y educar sobre el manejo adecuado de los productos de consumo diario.
Mientras tanto, la comunidad de El Caney llora la pérdida de Hanoi y espera respuestas claras sobre esta tragedia que ha dejado una huella imborrable.