En un hallazgo que dejó a todos boquiabiertos, los tripulantes del barco Balandro, dedicado a la pesca de langosta, capturaron un impresionante tiburón tigre de tres metros de largo y 300 libras. El suceso ocurrió al sudeste de la Isla de la Juventud, cuando los pescadores notaron movimientos extraños en el jaulón utilizado para atrapar langostas.
Leonel Leal Pantoja, patrón del barco, comentó a Radio Caribe que, al revisar lo que ocurría, se llevaron la sorpresa de su vida: “Era un pez enorme, nunca habíamos visto algo así por estos lados”. Aunque la situación fue inesperada, los pescadores actuaron con calma y aplicaron todas las medidas de seguridad necesarias para subir al escualo a bordo.
Del mar a la mesa: el destino del tiburón
Tras la captura, el tiburón tigre fue trasladado a la empresa pesquera del territorio, donde será procesado y vendido al pueblo. Este detalle llamó aún más la atención, pues no es común que ejemplares de este tamaño sean capturados cerca de la costa. Los pescadores locales aseguraron que no hay antecedentes recientes de un tiburón tigre de tales dimensiones en esa región, lo que ha desatado curiosidad y especulaciones.
¿Por qué un tiburón tigre en aguas poco profundas?
El tiburón tigre es conocido por su naturaleza agresiva y su preferencia por los mares abiertos, especialmente en el Golfo de México. Su presencia en aguas menos profundas y más cercanas a la Isla de la Juventud ha dejado a los expertos desconcertados. Algunos creen que podría tratarse de un cambio en los patrones migratorios debido a factores climáticos o ambientales.
Este encuentro no es un caso aislado. En los últimos meses, varios avistamientos de tiburones han generado revuelo en playas cubanas. En Cayo Santa María, turistas vivieron momentos de tensión al ver tiburones nadando cerca de la orilla, lo que obligó a evacuar la playa temporalmente. Situaciones similares se han reportado en Varadero, donde bañistas confundieron la silueta de un tiburón con la de un delfín.
Encuentros que dejan historias
Los tiburones son protagonistas recurrentes de las anécdotas de pescadores y bañistas en Cuba. En abril pasado, un tiburón martillo atacó la balsa de unos pescadores cerca del litoral habanero. “¡Qué clase de locura!”, decían los pescadores al ver cómo el tiburón mordía con fuerza la embarcación.
Sin duda, la captura del tiburón tigre en Isla de la Juventud ha dejado a todos hablando. Desde el mar hasta la mesa, este gigante de las profundidades es un recordatorio de que los océanos aún guardan sorpresas impresionantes. Y tú, ¿te atreverías a probar un trozo de este tiburón?