El gobierno cubano ha anunciado que implementará una nueva tasa de cambio oficial entre el dólar estadounidense (USD) y el peso cubano (CUP). Este cambio marcará el fin de la política que hasta ahora mantenía el Banco Central de Cuba (BCC), que fijaba una tasa estable. A partir de ahora, la tasa será flotante, lo que significa que se ajustará según las condiciones del mercado, específicamente la oferta y la demanda de divisas.
Flexibilidad en la tasa de cambio
Según Manuel Marrero Cruz, primer ministro de Cuba, ya han sido aprobados los objetivos y principios para redimensionar el mercado cambiario oficial. Marrero destacó que el nuevo sistema tendrá mayor flexibilidad, permitiendo que la tasa cambie de acuerdo con los vaivenes del mercado. Esto introduce un proceso complejo, ya que involucra tanto al sector estatal como al no estatal, además de la participación activa de la población, todo bajo un escenario con tipos de cambio múltiples.
“Va a salir el banco con una tasa al día, va a hacer sus operaciones y va a estimular que las personas se sientan atraídas con más confianza a vender sus divisas al sistema bancario porque es competitivo”, expresó Marrero, pero sin poner fechas para este esquema, ni ofrecer detalles de la flexibilización.
¿Cómo funciona el tipo de cambio flotante?
Un tipo de cambio flotante es un sistema en el que el valor de una moneda, como el peso cubano, se determina libremente según la oferta y la demanda en el mercado cambiario. Esto significa que el precio del dólar puede variar constantemente debido a factores como el comercio internacional, las tasas de interés, la inflación, y las expectativas económicas. Este sistema contrasta con el tipo de cambio fijo, en el cual el gobierno establece un valor constante para la moneda.
¿Qué dijo el primer ministro sobre la nueva medida?
En su intervención, Marrero explicó que, bajo el nuevo régimen cambiario, las tasas de cambio de divisas extranjeras podrán fluctuar, lo que es un cambio significativo para la isla. Este mecanismo inusual en Cuba busca permitir que el mercado tenga más libertad para establecer las tasas, aunque aún no se han ofrecido detalles precisos sobre cómo se implementará. Sin embargo, el primer ministro comentó que el banco estatal ofrecerá una tasa diaria, lo que hará que las personas se sientan más atraídas a vender sus divisas al sistema bancario, buscando que el proceso sea más competitivo.
“El nuevo régimen cambiario asume una mayor flexibilidad en el tipo de cambio, al establecer, que la tasa debe variar cuando se modifican las condiciones de oferta y demanda de divisas. Es un proceso complejo por la participación del sector estatal, no estatal y la población, con tipos de cambio múltiples”, expuso el dirigente.
¿Qué pasará con los tipos de cambio actuales?
En Cuba, existen actualmente dos tipos de cambio: uno formal, que se mantiene fijo en 120 CUP por cada dólar, y otro informal, que es el que rige en el mercado paralelo, donde el dólar puede llegar a 325 CUP. Con la transición a un tipo de cambio flotante, es probable que en el inicio el valor se ubique en algún punto intermedio entre estas dos tasas, tal vez cerca de los 250 a 300 CUP por dólar. Este valor dependerá de varios factores, como las reservas internacionales del país y la confianza de los ciudadanos y actores internacionales en la capacidad del gobierno para manejar el nuevo sistema cambiario.
Desafíos del tipo de cambio flotante en Cuba
El sistema de tipo de cambio flotante podría traer consigo alta volatilidad, especialmente en economías frágiles como la cubana. La falta de reservas internacionales y la desconfianza popular podrían generar una depreciación rápida de la moneda si no se maneja correctamente. Los ciudadanos, las empresas, y los actores internacionales estarán observando de cerca cómo evoluciona este sistema. Si perciben que el gobierno no tiene el control, podrían intentar proteger sus activos en dólares, lo que podría presionar aún más el valor de la moneda local.