El maestro de la trompeta, Arturo Sandoval, lo ha vuelto a hacer. Esta vez no fue con un concierto o un reconocimiento internacional, sino con un gesto que llegó al alma de miles de cubanos: un conmovedor solo de trompeta interpretando el “Ave María” en homenaje a San Lázaro. La emotiva pieza fue compartida en sus redes sociales el 17 de diciembre, día dedicado al santo más venerado en la isla después de la Virgen de la Caridad del Cobre.
Una oración que une corazones
Tras finalizar su interpretación, Sandoval dedicó unas sentidas palabras a San Lázaro, mostrando no solo su devoción, sino también su preocupación por los más necesitados. “Hoy, como cada 17 de diciembre, rezo a San Lázaro con profunda fe y devoción, pidiendo salud y fortaleza para todos los que más lo necesitan”, expresó el músico. Sus palabras estuvieron acompañadas de una imagen de San Lázaro, figura clave en la fe y cultura cubana.
El trompetista, galardonado recientemente con la prestigiosa Medalla del Centro Kennedy, continuó su mensaje resaltando valores universales: “Que la bondad de San Lázaro nos inspire a ser más generosos, compasivos y agradecidos por todo lo que tenemos. Rezo especialmente por la salud, la paz y la unidad en todos los hogares del mundo.”
San Lázaro: una figura de fe y milagros
Conocido como “El Viejito Milagroso”, San Lázaro es una de las figuras religiosas más queridas en Cuba. Su festividad, celebrada cada 17 de diciembre, mueve a miles de devotos que peregrinan hasta el Santuario Nacional en El Rincón, La Habana, para rendirle homenaje. En la fe popular cubana, San Lázaro está sincretizado con Babalú Ayé, orisha yoruba asociado a la salud y la sanación.
El homenaje de Sandoval no solo destaca su talento musical, sino también su conexión con las tradiciones y valores que forman parte de la identidad cubana. En una sociedad marcada por desafíos, gestos como este son un recordatorio del poder de la fe y la música para unir y sanar.
Arte, fe y humanidad
El mensaje de Arturo Sandoval resonó fuerte entre sus seguidores. Más allá del virtuosismo de su interpretación, lo que realmente conmovió fue su capacidad de usar la música como un canal para transmitir valores de compasión, generosidad y esperanza.
En un mundo donde las prisas y los problemas a veces nos desconectan de lo esencial, el homenaje del trompetista nos invita a detenernos, reflexionar y agradecer. Ya sea que creas o no en San Lázaro, el mensaje de Sandoval es universal: la música y la fe tienen el poder de sanar y unirnos como humanidad.
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