La fábrica principal de helados Coppelia en La Habana lleva más de dos meses sin funcionar debido a la falta de amoniaco, un gas esencial para el sistema de refrigeración. Este problema ha llevado a una paralización total de la producción, agravando la situación de una industria que ya enfrentaba desafíos constantes.
Una crisis recurrente en la planta de helados
De acuerdo con un informe de 14ymedio, la planta ha experimentado numerosas interrupciones en los últimos años, aunque anteriormente solían ser causadas por la escasez de ingredientes, envases o sabores. Sin embargo, esta vez el panorama es aún más crítico: no hay cómo mantener el sistema de refrigeración en funcionamiento.
Una empleada de la fábrica expresó que la situación actual no discrimina entre sabores: “Ya no se trata de hacer helado de vainilla porque no hay para hacer de chocolate. No hay amoniaco para uno ni para el otro”.
Impacto en los trabajadores y en el negocio informal
La trabajadora, quien lleva desde finales de septiembre en su casa cobrando solo una parte de su salario, describió la difícil realidad que enfrentan muchos empleados. Según comentó, es conocido que “en Coppelia nadie vive de su sueldo”, destacando cómo esta situación afecta incluso las redes informales de distribución.
En su barrio de Lawton, al menos una veintena de vecinos solían depender de ella para obtener helado directamente desde la fábrica. Sin embargo, actualmente no puede satisfacer la demanda, ya que “cada semana llamo para preguntar y me responden que no ha llegado el amoniaco”.
Un problema que también afecta a la heladería insignia del Vedado
Esta paralización ha tenido un impacto directo en la icónica heladería Coppelia del Vedado, que ya había enfrentado problemas similares en el pasado. Hace aproximadamente un año, la escasez de leche y azúcar obligó a cerrar sus puertas. Ahora, según uno de sus empleados, la falta de helado los ha limitado a abrir por pocas horas en días puntuales.
Incluso cuando hubo venta, los productos no llegaron desde la fábrica de Boyeros, sino de otras fuentes que no pueden garantizar un suministro regular.
Factores que agravan la crisis
Además de la falta de amoniaco, otros problemas estructurales dificultan la producción. El alto consumo energético de la planta, junto con la inestabilidad del suministro eléctrico, ha afectado directamente los ciclos productivos. Aunque la fábrica cuenta con grupos electrógenos, el suministro de combustible es limitado, ya que la industria no está considerada entre los sectores estratégicos o prioritarios del país.
Desde la heladería Coppelia, una fuente reconoció que las esperanzas de reanudar operaciones son escasas. “No hay fecha de reapertura. No sabemos”, expresó con resignación un trabajador.