A pocas horas de celebrarse la festividad de San Lázaro, cientos de devotos cubanos ya han comenzado a congregarse en la localidad de El Rincón, ubicada en las afueras de La Habana. Este evento anual es una de las tradiciones más profundas y representativas del sincretismo religioso en Cuba.
San Lázaro, venerado como el patrón de los pobres y enfermos en la religión católica, es también identificado en la santería cubana con Babalú Ayé, deidad asociada a la salud y la sanación. Esta fusión entre catolicismo y tradiciones africanas convierte la celebración en un símbolo único de la identidad cultural y religiosa de la isla.
La fe de los cubanos se refleja en redes sociales
Desde el fin de semana, muchos creyentes han compartido en redes sociales su peregrinaje al Santuario Nacional de San Lázaro. Este lugar, considerado un epicentro de fe y milagros, reúne cada año a miles de personas que llegan con sus súplicas y agradecimientos al «viejo Lázaro».
Mensajes como «Ayuda al pueblo de Cuba que tanto te necesita» son frecuentes, reflejando la esperanza de un pueblo que deposita su fe en el santo para encontrar soluciones a las dificultades cotidianas. Las publicaciones, acompañadas de imágenes de velas, flores y rezos, muestran la profunda conexión espiritual de los cubanos con esta celebración.
El Santuario Nacional de San Lázaro: Un lugar de devoción
Ubicado en la pequeña localidad de El Rincón, el Santuario se convierte en el corazón de la festividad. Los fieles que acuden desde distintas partes del país dejan ofrendas como velas, monedas y alimentos, en una muestra de su devoción y fe. Este acto simboliza tanto el agradecimiento por los favores recibidos como las súplicas para nuevas bendiciones.
Mientras tanto, las calles cercanas al santuario adoptan un ambiente festivo. Vendedores ambulantes ofrecen estampitas, flores y bebidas, complementando la experiencia religiosa con un entorno lleno de colorido y movimiento.
La peregrinación a San Lázaro es un claro ejemplo del sincretismo religioso cubano, una mezcla de las tradiciones católicas introducidas por los colonizadores españoles y las prácticas espirituales africanas traídas por los esclavos. Esta combinación ha dado lugar a una celebración única, que destaca por su carácter profundamente espiritual y cultural.
La culminación de la festividad
El punto culminante de esta celebración tendrá lugar el martes 17 de diciembre, cuando miles de personas se reunirán para participar en misas y rituales dedicados a San Lázaro. Este día será el cierre de una peregrinación que, año tras año, consolida su lugar como una de las tradiciones religiosas más significativas de Cuba.
En medio de las dificultades y desafíos diarios, esta festividad se convierte en un espacio de esperanza y unidad para el pueblo cubano, reafirmando el poder de la fe y la tradición en momentos de adversidad.