La niña cubana Amanda Lemus Ortiz, quien recibió un trasplante de hígado en España en marzo pasado, ha tenido que ser ingresada nuevamente al hospital debido a complicaciones en su estado de salud. Esta noticia fue compartida recientemente por la activista Yamilka Lafita, conocida en redes como Lara Crofs, quien ha seguido de cerca la historia de lucha de Amanda.
Un ingreso de urgencia por complicaciones
Lafita informó que Amanda volvió al hospital el pasado 27 de noviembre, tras varios días de molestias que afectaban su descanso. Según explicó, la pequeña presentaba una picazón persistente, lo que llevó a realizarle una ecografía de urgencia. Los médicos detectaron que la vía biliar estaba nuevamente dilatada, lo que complicaba el funcionamiento del órgano trasplantado.
“La preparan para ingresar en la tarde del día 27 de noviembre, y al día siguiente intentaron colocarle un stent en la vía dilatada para que pudiera funcionar correctamente”, detalló Lafita en su perfil de Facebook. Sin embargo, debido a que la vía estaba demasiado estrecha, los médicos optaron por colocar un drenaje para permitir la expulsión de las bilis mientras evaluaban los siguientes pasos.
Una cirugía necesaria para estabilizar su estado
A pesar de los esfuerzos iniciales, los intentos por colocar el stent no han tenido éxito. Como resultado, los especialistas han decidido proceder con una cirugía para reacondicionar la vía biliar y asegurar el correcto funcionamiento del hígado trasplantado.
“Hoy fue el tercer intento, pero no se pudo colocar el stent. Los médicos decidieron que el lunes realizarán una cirugía para intentar estabilizar su situación,” añadió Lafita, pidiendo a sus seguidores que se unan en oración por la recuperación de Amanda.
Una historia marcada por la esperanza y la lucha
La travesía de Amanda y su familia comenzó en enero de este año, cuando su madre hizo un llamado desesperado, pidiendo perdón por traerla al mundo en un país que no podía cubrir sus necesidades médicas. La pequeña sufría una grave enfermedad hepática y requería con urgencia un trasplante de hígado, una cirugía que no era posible realizar en Cuba debido a las limitaciones del sistema de salud.
Gracias al esfuerzo conjunto de activistas, medios independientes y una sociedad civil unida, se logró recaudar el dinero necesario para que Amanda y su familia viajaran a España, donde un hospital aceptó su caso. La solidaridad de los cubanos dentro y fuera de la isla fue crucial para darle una nueva oportunidad de vida a Amanda.
Un progreso que inspiró a muchos
En septiembre, tras el trasplante, Amanda mostraba avances impresionantes. Comenzó a comer con normalidad, sentarse sola y dar sus primeros pasitos con la ayuda de fisioterapia. Además, su madre compartió cómo la niña estaba siendo atendida por especialistas en logopedia y fisioterapia, lo que permitió que empezara a balbucear algunas palabras.
Lara Crofs describió ese momento como una victoria colectiva: “Amanda fue la niña que devolvió la esperanza a muchísimos cubanos dentro y fuera de la isla. Su historia fue el grito de una sociedad civil que se unió, más allá de ideologías y diferencias, para salvar una vida.”