El Consejo de Ministros de Cuba ha puesto sobre la mesa un tema polémico: la eliminación de puntos de venta en la autopista nacional y otras carreteras principales, argumentando que estas estructuras presentan “irregularidades en su funcionamiento” y compiten con el comercio estatal.
Un problema de proliferación descontrolada
Según el general de división Raúl Acosta Gregorich, presidente del Instituto de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (INOTU), los puntos de venta han crecido sin control, violando regulaciones urbanas y fiscales. Este fenómeno, según las autoridades, responde a la falta de inspecciones y al incumplimiento de normativas establecidas.
El informe presentado durante la reunión destacó problemas como la evasión de impuestos, la construcción ilegal en áreas viales y la ausencia de contratos de arrendamiento. Para enfrentar estas irregularidades, se aprobó un plan que incluye regularizar el uso de los espacios y, en casos extremos, cerrar los kioscos que no cumplan con los requisitos.
Críticas al enfoque del Consejo de Ministros
La decisión no ha pasado desapercibida, generando una ola de críticas en redes sociales. El periodista uruguayo Fernando Ravsberg cuestionó la importancia de dedicar tiempo a este tema en un Consejo de Ministros. “¿Por qué la venta de pan con lechón en la autopista es un asunto tan importante como para tratarlo a nivel del Consejo de Ministros?”, escribió en sus redes sociales, desencadenando innumerables comentarios.
Cubanos dentro y fuera del país también han expresado su malestar. Para muchos, este debate refleja una desconexión de los dirigentes con los problemas reales del pueblo, como la escasez de medicamentos, las condiciones deplorables de los hospitales y la falta de productos básicos.
La realidad de los kioscos: sustento en tiempos de crisis
Los puntos de venta en carreteras han florecido como una respuesta a la profunda crisis económica que enfrenta el país. Para numerosos pequeños emprendedores, estos kioscos son la única fuente de ingresos, especialmente en un contexto donde sectores tradicionales como la agricultura están colapsando.
Sin embargo, esta dinámica parece no ser suficiente para las autoridades, quienes priorizan regular o eliminar estas iniciativas antes de atender problemas más urgentes. “Es absurdo que gasten tiempo en esto cuando no hay transporte público ni siquiera para emergencias”, señaló en redes sociales Johanna Jolá Álvarez, reflejando el sentir de muchos.
Una solución que llega tarde y mal planteada
La discusión también evidencia el deterioro de las instituciones estatales responsables de garantizar el cumplimiento de las leyes. Usuarios como Mauricio Alonso han señalado que, de haberse establecido reglas claras desde el principio, se podrían haber evitado muchas de estas irregularidades. Sin embargo, la falta de planificación y supervisión ha llevado a un punto de no retorno que ahora afecta directamente a quienes intentan sobrevivir con pequeños negocios.
Prioridades cuestionadas
Mientras la población enfrenta problemas graves como el déficit energético, los altos precios de los alimentos y la falta de transporte, la atención del gobierno parece estar desviada hacia temas que, aunque importantes, no deberían ocupar un lugar prioritario en la agenda nacional. Como expresó Giraldo Granela, “es una vergüenza” que el Consejo de Ministros enfoque sus esfuerzos en cerrar kioscos mientras el país enfrenta una crisis económica sin precedentes.