La comunidad de Cienfuegos está de duelo. Este martes, la noticia de la muerte de Miguel, conocido cariñosamente como Miguelito 20 Brazas, conmocionó a todos los que amaban el mar y la pesca submarina. Reconocido como uno de los mejores pescadores submarinos de la provincia, Miguelito perdió la vida en el lugar que más amaba: las profundidades del océano.
La desgarradora noticia se propagó a través del grupo de Facebook «Pesca submarina en Cienfuegos», un espacio virtual donde los aficionados comparten experiencias y consejos. Amigos y colegas confirmaron la pérdida, aunque las circunstancias exactas del trágico suceso aún no han sido aclaradas oficialmente. Según un allegado, Miguelito sufrió un blackout, un desmayo repentino provocado por la apnea mientras buceaba solo.
La tragedia de Miguelito es un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan los pescadores submarinos. Este accidente ocurre solo unos días después de que otro pescador cubano, Rayner Álvarez Borges, perdiera la vida en aguas de Tenerife, en las Islas Canarias.
La comunidad de pescadores llora su pérdida
El impacto de la muerte de Miguelito se sintió profundamente entre quienes lo conocieron. Las redes sociales se llenaron de mensajes conmovedores que expresaban admiración, respeto y tristeza. Carlos Spearfising, un joven pescador, compartió un sentido homenaje: “Descansa en paz, campeón. El mar no perdona, ni siquiera a los mejores. Siempre te recordaremos como uno de los grandes de Cienfuegos”.
Otros amigos y colegas también alzaron la voz para recordar a Miguelito y advertir sobre los riesgos de esta peligrosa pasión. “No pesquemos solos ni cometamos locuras,” instó Carlos, recordando que siempre hay una familia esperando en casa.
Reinier Castellón, otro amigo cercano, expresó su pesar desde fuera de Cuba: “Escribo con lágrimas en los ojos. Miguelito era un luchador, un hombre consagrado a su pasión y su familia. Su partida deja un vacío inmenso”.
Un legado que perdura
Para muchos, Miguelito era más que un pescador. Era una leyenda viviente en Cienfuegos, un hombre que desbordaba pasión por el mar y cuya vida giraba en torno a las olas. Kaddir Gerones compartió unas palabras que Miguelito le había dicho alguna vez: “El mar es mi vida, y si algún día me toca morir, quisiera que fuera en el mar”. Aunque estas palabras reflejan su amor por las profundidades, no hacen menos dolorosa su pérdida.
En memoria de Miguelito y otros pescadores que han perdido la vida, la comunidad insta a extremar las precauciones. El mar es bello, pero también implacable. Miguelito 20 Brazas no solo deja un legado de habilidad y valentía, sino también una lección para todos: nunca subestimar los riesgos de esta desafiante práctica.
“Buena persona, buen corazón, buen buzo. Miguelito, siempre vivirás en nuestros corazones”, afirmó su amigo José Mustelier. Hoy, Cienfuegos despide a un verdadero campeón.