¿Qué pasaría si vuelves a tu tierra después de años y descubres que todo ha cambiado, pero no para bien? Eso fue lo que vivió Tian, un youtuber cubano que reside en España y decidió regresar a Cuba tras casi tres años de ausencia. Lo que encontró lo dejó sin palabras.
Su llegada coincidió con uno de los apagones más largos en la historia reciente de la isla: cuatro días consecutivos sin electricidad. Para alguien que había estado acostumbrado a una vida con comodidades básicas, el impacto fue inmediato. Pero este apagón no fue lo único que lo marcó.
La Habana: entre la oscuridad y la basura
Antes de regresar a Matanzas, Tian pasó unos días en La Habana para realizar trámites. Durante su estancia, se topó con un escenario que nunca había presenciado de forma tan cruda: basura por todas partes. Lo más impactante no era solo el desorden en las calles, sino las personas escarbando entre los desechos en busca de comida o algo útil.
«Ver eso fue un golpe fuerte, me dejó sin palabras. Una realidad que muchos tratan de ignorar, pero está ahí, visible, reflejando el nivel de necesidad que se vive en Cuba», confesó Tian.
Para él, este momento fue un choque emocional. Aunque conocía las dificultades de su país, enfrentarse a esta escena le hizo ver hasta qué punto han empeorado las cosas.
Matanzas: deterioro y contrastes
Al llegar a su ciudad natal, Tian comprobó que la situación no era mucho mejor. Las calles estaban en peor estado, las colas para comprar lo básico eran interminables, y la actitud de las personas reflejaba una mezcla de resignación y amargura. Todo esto contrastaba con los omnipresentes carteles ideológicos que, según Tian, han perdido todo significado para la mayoría.
Sin embargo, también notó algunos cambios. Ahora hay más mipymes (pequeñas empresas privadas) y tiendas privadas con productos, pero sus precios son inaccesibles para el cubano promedio. Las plantas eléctricas en algunas casas son un lujo que marca una gran desigualdad.
El peso de la crisis en el día a día
Durante su visita, Tian también experimentó de primera mano la precariedad del sistema de transporte, la inflación descontrolada, y los problemas en la atención médica. Incluso la seguridad, algo que muchos consideraban un punto fuerte de la isla, se ha deteriorado notablemente.
Su testimonio refleja una Cuba que parece estar en constante declive, donde las carencias básicas son cada vez más visibles y la lucha por sobrevivir no deja espacio para esperanzas fáciles.
¿Tú también has vivido una experiencia similar? Historias como la de Tian nos invitan a reflexionar sobre la realidad que enfrentan miles de cubanos cada día.