Desde un puente en Miami, Orlando Hernández Luperón, un cubano de 61 años, nos da una lección de gratitud y esperanza. Aunque vive en condiciones muy precarias, este hombre originario de Regla, La Habana, ha conmovido a la comunidad con su mensaje lleno de fuerza y optimismo.
En un video compartido en TikTok por el perfil Conductadade (@conductadade), Orlando agradeció profundamente el apoyo de la comunidad cubana, especialmente de quienes, desde lejos, han mostrado preocupación por su situación.
«Le doy gracias a la gente de Regla por el apoyo y la preocupación. Estoy aquí. A mí lo único que me falta son los papeles», dijo emocionado.
«Mi penthouse en el segundo piso»
Orlando lleva dos años viviendo bajo un puente, un lugar que irónicamente llama su “choza” o “penthouse en el segundo piso”. En su día a día enfrenta innumerables desafíos, pero mantiene el humor y la humildad que lo caracterizan.
Sin un teléfono para comunicarse con su familia desde hace más de cuatro años, Orlando explica que ha perdido contacto con sus seres queridos. Además, evita acumular pertenencias para no perderlas cuando está ausente. «Yo no resisto eso de andar con bultos en carretillas», comenta.
El inicio de una lucha constante
La vida de Orlando en las calles comenzó tras llegar a Estados Unidos en 2015 a través de Houston, Texas. Lamentablemente, fue víctima de una estafa masiva que lo dejó sin posibilidades de establecerse legalmente. Desde entonces, ha vivido “por el dos”, como él dice, trabajando en empleos mal remunerados y enfrentándose a un sinfín de dificultades.
«Hace ocho años que estoy en la calle. No he podido hacer un trabajo legal, y lo que pagan es una miseria,» explicó. Sin embargo, su disposición para trabajar sigue intacta: «Yo no escojo trabajo. Cuando me dicen trabajo, yo digo trabajo.»
Un rayo de esperanza
Orlando también compartió las realidades más duras de vivir en la calle: la inseguridad, las drogas, y la falta de ropa y recursos básicos. A pesar de ello, no pierde la esperanza y sigue agradeciendo cada muestra de apoyo que recibe, desde donaciones hasta palabras de ánimo.
Su historia es un reflejo de las luchas que enfrentan muchos migrantes que, además de sobrevivir en un entorno hostil, buscan regularizar su estatus para mejorar sus condiciones de vida. Con cada palabra, Orlando nos recuerda la importancia de no rendirse, incluso en los momentos más oscuros.
¿Qué opinas de la historia de Orlando? A veces, las situaciones más difíciles nos muestran la verdadera fortaleza del espíritu humano. ❤️