Un reciente informe del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) ha identificado al menos 12 instalaciones en Cuba que podrían estar siendo utilizadas por China para actividades de espionaje en la región. Estas bases, localizadas en puntos estratégicos de la isla, estarían diseñadas para recopilar información sensible y monitorear operaciones estratégicas, según el análisis de imágenes satelitales y otras fuentes de inteligencia.
Bases clave en el mapa de inteligencia
El informe señala cuatro instalaciones principales: Bejucal en Mayabeque, El Salao en Santiago de Cuba, y Wajay y Calabazar en La Habana. Estas bases destacan por contar con equipos avanzados de inteligencia de señales (SIGINT), antenas de alta capacidad y elementos físicos como cercas perimetrales y presencia militar que indican su uso para fines de espionaje.
Bejucal: Centro histórico de espionaje
La base de Bejucal, conocida desde la Crisis de los Misiles de 1962, ha sido modernizada y ampliada en las últimas décadas. Imágenes recientes revelan infraestructuras subterráneas y antenas parabólicas que podrían interceptar comunicaciones y rastrear satélites, incluyendo operaciones desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. Esta instalación ha sido vinculada con la brigada radioelectrónica de inteligencia militar cubana, según testimonios de desertores.
El Salao: Poderosa antena de detección
En Santiago de Cuba, El Salao alberga una antena de matriz direccional controlada (CDAA) que, una vez operativa, tendría la capacidad de detectar señales a distancias de hasta 8,000 millas náuticas. Aunque estas antenas tienen aplicaciones civiles como búsqueda y rescate, el informe señala su potencial uso militar.
Wajay: Rápida expansión
Desde 2002, la base de Wajay ha crecido significativamente. Ahora cuenta con 12 antenas y un pequeño parque solar que garantiza energía independiente. Aunque las antenas parecen orientadas a interceptar señales terrestres, el informe menciona posibles vínculos con China en su modernización.
Calabazar: Tecnología de vanguardia
En Calabazar, se han identificado antenas parabólicas y verticales con capacidad para monitorear satélites en órbita geoestacionaria. A pesar de la falta de evidencia pública que vincule esta base a China, el informe cita a desertores que consideran que forma parte del sistema de inteligencia cubano.
Relación histórica entre Cuba y China
El vínculo entre Cuba y China en materia de inteligencia se remonta a la década de 1990, cuando la caída de la Unión Soviética dejó un vacío en la cooperación tecnológica de la isla. En 1999, un acuerdo firmado durante la visita del ministro de Defensa chino, Chi Haotian, otorgó acceso a China a antiguas bases soviéticas en Cuba.
Desde entonces, China ha reforzado sus lazos con Cuba, ofreciendo apoyo económico por más de 7,800 millones de dólares desde 2000 y dominando la infraestructura de telecomunicaciones en la isla con empresas como Huawei y ZTE, ambas señaladas por Estados Unidos como riesgos de espionaje.
Reacciones de los involucrados
Tanto el gobierno chino como el cubano han negado estas acusaciones. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, calificó los informes como «cuentos sin fundamento», mientras que La Habana los desestimó como «leyendas». Sin embargo, las pruebas presentadas por el CSIS sugieren un patrón consistente de modernización de instalaciones y colaboración bilateral en temas de inteligencia.
Impacto regional y desafíos para Estados Unidos
El informe concluye que estas instalaciones representan un desafío significativo para la seguridad de Estados Unidos y sus aliados en el hemisferio occidental. La expansión de las capacidades de inteligencia china desde Cuba refuerza la influencia de Beijing en la región y plantea preguntas sobre las estrategias de defensa de Washington frente a estas actividades.
La situación sigue evolucionando, mientras expertos y analistas observan de cerca cómo esta dinámica afecta el equilibrio estratégico en América Latina.