Una publicación en redes sociales desató un movimiento de apoyo en Ciego de Ávila, poniendo en el centro de atención a una familia que vive en condiciones extremadamente precarias. La historia, compartida por Guillermo Rodríguez Sánchez en Facebook, expuso la dramática realidad de una anciana de 88 años con problemas de salud severos y su hija, una maestra con recursos económicos muy limitados.
Viviendo entre escombros y sin ayuda oficial
La anciana, diagnosticada con pseudotumor orbitario y postrada en cama, comparte una vivienda prácticamente en ruinas con su hija. Este hogar, construido con tablas, quedó devastado tras el paso de un huracán hace años y nunca recibió la ayuda prometida para su reconstrucción. El techo filtra con cada lluvia, las paredes están en peligro de derrumbe y el moho, junto con el comején, invade la estructura, haciendo que la vida allí sea prácticamente insostenible.
Además de su problema ocular, la anciana enfrenta una afección gastrointestinal que le provoca incontinencia. Su hija, quien trabaja como maestra, no puede permitirse el lujo de contratar cuidadores y se ve obligada a dejar a su madre sola durante el día.
Un llamado que despertó corazones
Guillermo Rodríguez Sánchez visitó la casa y relató su experiencia en un post conmovedor que incluyó una lista de las necesidades urgentes de la familia: pañales desechables, sábanas y toallas, además de información para realizar donaciones en moneda nacional y MLC. “No queremos un palacio, solo algo digno donde puedan vivir dos seres humanos”, escribió, apelando a la solidaridad de la comunidad.
Desde entonces, numerosos usuarios han compartido el caso en redes sociales, expresando su indignación por la situación de abandono en la que vive esta familia. Mientras algunos ofrecieron donaciones, otros hicieron un llamado directo a las autoridades locales para que actúen con rapidez.
La comunidad se organiza: Ejemplos que inspiran
El caso de esta familia no es único, pero se ha convertido en un símbolo de la solidaridad que todavía mueve a los cubanos en tiempos difíciles. Desde la publicación del mensaje, Rodríguez Sánchez también instó a que alguna Mipyme de albañiles ofrezca sus servicios gratuitamente para reparar la vivienda. “Es momento de actuar, no de promesas vacías”, enfatizó en su post.
Historias similares han demostrado la fuerza de la solidaridad ciudadana en Cuba. Un ejemplo reciente ocurrió en Banes, Holguín, donde un grupo de cubanos liderado por el activista Norge Ernesto Díaz Blak, conocido como Noly Black, recaudó fondos para comprar una vivienda para una madre en extrema pobreza. La casa, adquirida por 200,000 pesos, transformó la vida de una familia que antes vivía en una estructura sin paredes ni servicios básicos.
Más allá de Ciego de Ávila: Otros actos de solidaridad
Otro caso notable es el de una familia con tres niños pequeños en Holguín que, tras perder su hogar, dormía en parques. Gracias a la movilización de cubanos dentro y fuera de la isla, se recaudaron fondos en tan solo cuatro días para ofrecerles una nueva vivienda. Activistas y miembros de la sociedad civil lideraron esta campaña, mostrando que la unión puede lograr cambios reales en tiempo récord.
Incluso figuras públicas, como el humorista Limay Blanco, han contribuido significativamente a esta causa. En octubre de 2023, Limay entregó una casa a una familia que perdió su hogar en un incendio en Boyeros, La Habana. Esta fue la vivienda número 26 que entregó como parte de su proyecto solidario.
Un pilar fundamental en tiempos de adversidad
Estas acciones reflejan el poder de la comunidad para organizarse y suplir, en muchos casos, la falta de respuesta gubernamental ante situaciones críticas. La solidaridad ciudadana se ha convertido en un recurso indispensable para atender las necesidades habitacionales en Cuba, brindando esperanza a quienes más lo necesitan.
El caso de la familia en Ciego de Ávila es un recordatorio de que, aunque los desafíos sean grandes, la empatía y la acción conjunta pueden marcar la diferencia, devolviendo dignidad y seguridad a quienes enfrentan las peores adversidades.