¿Qué haces después de convertirte en campeón en un deporte tan intenso como el boxeo a puño limpio? Si eres Gustavo Trujillo, la respuesta es simple: ¡celebrar cantando! El «Cuban Assassin» no solo salió victorioso en el ring del Charles F. Dodge Center de Pembroke Pines, Florida, sino que también se ganó el corazón de los presentes al entonar una canción que fue todo un mensaje para sus detractores.
Tras derrotar al británico Richie «The Viking» Leak, y con un récord perfecto de 6-0, Gustavo decidió celebrar a lo grande. Pero no fue una celebración cualquiera. En medio del ring, rodeado de aplausos y cámaras, Gustavo tomó el micrófono y, junto al cantante cubano Eduardo Antonio, interpretó el éxito “Pa los envidiosos”.
“Como a ti te duele que yo sea tan exitoso, para los mediocres, para todos los celosos, mira cómo sufren con lo que yo gozo”, entonaron juntos mientras el público aplaudía y grababa el momento. El gesto no solo mostró su lado más auténtico y carismático, sino que también dejó claro que Gustavo sabe cómo disfrutar sus triunfos.
El cantante, conocido como «El Divo», no dudó en felicitar al boxeador en redes sociales: “Felicidades Cuban Assassin, qué placer verte ganar”, escribió en Instagram. Gustavo, agradecido, le respondió: “Gracias por el apoyo hermano, los buenos caminan juntos. Te quiero”.
Pero la celebración no opacó el increíble logro de Trujillo. El boxeador avileño se llevó la victoria en un combate que dejó a todos boquiabiertos. Con un récord invicto de 6-0 y todas sus victorias por nocaut en el primer asalto, está claro que el «Cuban Assassin» es una fuerza imparable en el mundo del boxeo a puño limpio.
El enfrentamiento contra Richie Leak fue la culminación de una carrera que, hasta ahora, solo conoce la victoria. Y si su habilidad en el ring es impresionante, su forma de celebrar no se queda atrás. Gustavo Trujillo demostró que la vida no solo se trata de ganar, sino también de disfrutar cada momento al máximo, incluso si eso significa pasar de lanzar golpes a cantar a todo pulmón en el centro del ring.
¡Salud por el campeón, su voz y sus puños!