La trágica muerte de José Manuel Carvajal Zaldívar, conocido artísticamente como El Taiger, dejó un vacío no solo en la música urbana cubana, sino también en su familia. Ahora, la gestión de sus bienes recae en manos del abogado Ismael Labrador, de la firma Gallardo Law Firm, quien se encargará de garantizar que su patrimonio sea distribuido de forma justa entre sus cuatro hijos.
Sin testamento, pero con un plan claro
A pesar de que El Taiger no dejó un testamento ni estaba casado legalmente, Labrador aseguró que la ley de Florida proporciona un marco para manejar situaciones como esta. Según explicó en entrevista con el periodista Mario J. Pentón, el proceso sigue un orden de prioridades establecido por la ley estatal: primero se beneficia a la esposa, luego a los hijos, y en su ausencia, a los padres u otros familiares directos.
En este caso, los únicos beneficiarios son los cuatro hijos del reguetonero, quienes recibirán partes iguales del patrimonio. El abogado subrayó que cada uno de los menores obtendrá el 25 % de la herencia, sin importar que uno de ellos, Ana Paloma, resida en Cuba.
Representación legal para los menores
Katherine Esther Riverón, madre de una de las hijas de El Taiger, fue designada como representante legal de los hijos por acuerdo entre las madres de los otros menores. Esto permitirá que Riverón actúe en nombre de los niños durante el proceso legal.
Mientras tanto, el equipo de Labrador trabaja en elaborar un inventario completo de los bienes del cantante, incluyendo propiedades, cuentas bancarias y la valiosa propiedad intelectual de su música. “Creemos que hay activos significativos que forman parte de su patrimonio”, comentó Labrador.
El valor de la música y las regalías
Uno de los aspectos más relevantes en la herencia de El Taiger es su propiedad intelectual, que incluye derechos de autor y regalías por sus canciones. Labrador explicó que los ingresos derivados de contratos pendientes, regalías y proyectos futuros se depositarán en una cuenta restringida controlada por un juez, garantizando así que los fondos se administren exclusivamente en beneficio de los hijos.
Además, cualquier deuda pendiente, como gastos médicos o compromisos financieros, será cubierta antes de proceder con la distribución de los bienes.
Un proceso armonioso entre las madres
A pesar de lo que podría haber sido un terreno fértil para conflictos legales, Labrador destacó la cooperación y respeto entre las madres de los hijos de El Taiger. “Ninguna está buscando ventaja personal. Todas han dado su consentimiento para que Katherine actúe como representante legal”, aseguró. Esto ha permitido que el proceso avance sin disputas, manteniendo el foco en el bienestar de los menores.
El futuro de la obra de El Taiger
Más allá de la distribución de los bienes materiales, el proceso busca también preservar el legado artístico del reguetonero. Labrador afirmó que uno de los objetivos principales es proteger y valorar su obra musical, no solo como un activo financiero, sino como parte del impacto cultural que El Taiger dejó en la música urbana.