Un accidente ferroviario registrado en la mañana de este sábado en Sancti Spíritus ha generado preocupación por el impacto ambiental y social tras el derrame de una gran cantidad de petróleo. El incidente, ocurrido en el kilómetro 349 de la Línea Central del Ferrocarril, dejó huellas visibles en áreas residenciales y de cultivo cercanas.
Un choque con consecuencias alarmantes
El accidente se produjo tras la colisión de dos trenes entre las estaciones de Guayos y Siguaney. Uno de los vagones cisterna transportaba petróleo y, debido al impacto, se volcó, liberando una gran cantidad de combustible. Las imágenes compartidas en redes sociales por el Ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, mostraron un panorama desolador: el petróleo se filtró hacia los patios de varias casas, impregnando cercas, cultivos y el suelo.
El ministro detalló que el vagón transportaba 60 toneladas de petróleo. Aunque aún no se ha determinado cuánto podrá ser recuperado, la empresa estatal Cupet ya está colaborando en las labores de contención y recuperación.
Impacto ambiental en el corazón de Sancti Spíritus
Las imágenes del lugar del accidente revelan cómo el petróleo formó una capa negra y reflectante alrededor de árboles y áreas cultivadas, poniendo en riesgo tanto la salud de los residentes como el medio ambiente local. Este tipo de vertimientos puede tener consecuencias a largo plazo, afectando la fertilidad del suelo y contaminando fuentes de agua cercanas.
Rodríguez Dávila aseguró que se implementarán medidas ambientales para mitigar el impacto del derrame. Sin embargo, el daño ya es evidente en las comunidades afectadas, donde el petróleo ha invadido espacios residenciales y agrícolas.
Investigaciones en marcha
Según el comunicado oficial, las investigaciones preliminares apuntan a un incumplimiento del reglamento de operaciones ferroviarias como la causa del accidente. Una comisión ya ha sido creada para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.
Aunque las autoridades confirmaron que los daños en las vías no son significativos y que no hubo víctimas mortales ni heridos, el impacto ambiental y económico de este incidente parece ser considerable.
Un precedente preocupante
Este accidente no es un caso aislado en la región. En abril de 2024, el descarrilamiento del Tren Extra 900, que transportaba petróleo crudo hacia la refinería Sergio Soto en Cabaiguán, también provocó un derrame de entre 200 y 250 litros de combustible cerca del río Zaza. En aquella ocasión, aunque se informó inicialmente que no hubo daños mayores, el evento generó preocupaciones sobre la seguridad de las operaciones ferroviarias y su impacto ambiental.