La Cancillería cubana ha expresado su preocupación por los miles de cubanos que viven en Estados Unidos bajo el amparo del documento I-220A, enfrentando una situación de limbo legal. Durante las recientes conversaciones migratorias entre ambos países, el vicecanciller Carlos Fernández de Cossío instó a una pronta solución para este grupo de migrantes.
Preocupación por los cubanos en limbo legal
“Planteamos nuestra preocupación por la cantidad de cubanos en Estados Unidos que no tienen un estatus legal definido. Fueron admitidos, pero carecen de garantías concretas”, señaló Fernández de Cossío tras el encuentro celebrado en La Habana. Según el vicecanciller, este es un tema de alta prioridad para el gobierno cubano.
El documento I-220A, que funciona como un permiso de libertad bajo supervisión, ha sido otorgado a más de 400,000 cubanos desde 2021. Sin embargo, este no garantiza un estatus migratorio oficial, dejando a estos inmigrantes en una incertidumbre legal mientras atienden sus casos en la corte. Muchos confían en la Ley de Ajuste Cubano para regularizar su situación.
Trump y la amenaza de deportaciones masivas
Durante la reunión, Fernández de Cossío también se refirió a las declaraciones del presidente electo Donald Trump, quien ha prometido llevar a cabo la mayor operación de deportaciones masivas en la historia de Estados Unidos.
El vicecanciller calificó esta postura como “drástica e injusta”, destacando que sería inviable deportar a tantos cubanos, muchos de los cuales ya tienen vidas consolidadas en Estados Unidos. “El retorno masivo sería un proceso altamente disruptivo para quienes ya están trabajando y tienen familias en ese país”, añadió.
Restricciones y desafíos para los migrantes
Los cubanos con el documento I-220A cuentan con permisos de trabajo, pero enfrentan limitaciones significativas. No pueden viajar a Cuba hasta que logren un estatus legal permanente y continúan en un limbo legal que ha llevado a múltiples manifestaciones pidiendo un reconocimiento oficial como parte del programa de parole humanitario.
Además, el régimen cubano criticó las medidas restrictivas de Estados Unidos que, según ellos, estimulan la migración irregular, y solicitó el restablecimiento completo de los servicios consulares en la Embajada de Estados Unidos en La Habana. Entre las prioridades está la emisión de visas de no inmigrantes, que actualmente deben gestionarse en terceros países.
Una crisis migratoria sin precedentes
Estas conversaciones se llevaron a cabo en un momento crítico, marcado por una crisis migratoria sin precedentes. Desde enero de 2022, más de 900,000 cubanos han emigrado a Estados Unidos, utilizando vías irregulares, citas de CBP One o programas como el parole humanitario.
La combinación de una profunda crisis económica, la falta de oportunidades y la represión política en la isla ha llevado a miles de cubanos a buscar alternativas fuera del país. En este contexto, Cuba busca evitar que se convierta en uno de los principales países con migrantes repatriados por Estados Unidos.