Sandro Castro, conocido como el nieto más rebelde de los Castro, finalmente celebró su cumpleaños en el exclusivo EFE Bar, ubicado en El Vedado, La Habana. Y como era de esperarse, no pasó desapercibido: la fiesta estuvo envuelta en críticas, lujo y ese estilo tan particular de Sandro que ya todos conocemos.
Un look que no podía faltar
El cumpleañero no perdió la oportunidad de presumir su atuendo en sus historias de Instagram. Para cumplir con el dress code de blanco, Sandro le agregó su toque personal: una chaqueta negra y las clásicas gafas oscuras que, como siempre, le dan ese aire de «mafiosillo cool». Porque si algo le sobra a Sandro es estilo… o al menos así lo ve él.
Entre videos y selfies, agradeció a los asistentes diciendo: «Gracias a todas las personas por venir, gente linda, sencilla, grande mi Cuba», mientras posaba animado y entonaba una conga para ambientar el momento.
¿»La fiesta más grande en años»?
Aunque prometió un evento monumental, los videos que compartió en Instagram no lograron transmitir esa sensación. El lugar no se veía lleno ni tan animado como se esperaba. Quizás no captó el momento cumbre de la fiesta, o simplemente las expectativas eran más altas que la realidad.
Para algunos, el cumpleaños de su amigo Carluchín en junio estuvo mucho más concurrido y lleno de energía, según los clips que circularon en redes sociales. Parece que esta vez Sandro no logró superar el precedente.
Una fiesta rodeada de polémica
La fiesta estaba programada para las 10:00 p.m. del 5 de diciembre y no tardó en generar controversia. Desde días antes, ya se comentaba en redes sociales el lujo del evento, especialmente en un contexto marcado por el tercer apagón masivo en menos de dos meses en Cuba. Mientras millones de cubanos sufrían por la falta de electricidad, Sandro seguía adelante con su celebración.
La entrada tenía un precio de 1,000 CUP, y para reservar una mesa, el consumo mínimo era de 15,000 CUP. A pesar de las críticas, Carluchín aseguró que todo estaba vendido y, respondiendo a los comentarios negativos, declaró: «Los haters lo mezclan todo con política».
Entre las historias del EFE Bar, destacó el mensaje de Scott Crowe (@saltvip), un fotógrafo estadounidense cercano a la familia Castro. En su publicación, calificó a Sandro como un «hombre especial» y resaltó las «raíces profundas» de su linaje familiar.
«Hoy celebro a mi amigo que le ha dado oportunidades a tantos y que sigue construyendo su imperio. Como dice su marca favorita: Just Do It!», escribió Crowe en su mensaje.
Contraste con la realidad cubana
Mientras Sandro disfrutaba de su noche especial, las críticas no se hicieron esperar. Muchos cuestionaron cómo un evento tan ostentoso puede celebrarse en un país donde la mayoría de los ciudadanos lucha diariamente por satisfacer necesidades básicas. Los apagones, la falta de alimentos y una economía en crisis contrastan con el lujo que rodea al joven Castro.
Sandro Castro no solo celebra su cumpleaños, también reafirma su posición como uno de los rostros más polémicos de la élite cubana. Sus fiestas, su estilo de vida y su desconexión con la realidad del pueblo cubano continúan alimentando el debate sobre las profundas desigualdades en la isla. Al final, mientras algunos apenas logran sobrevivir, otros, como Sandro, parecen vivir en una Cuba completamente diferente.