A veces, las palabras más sencillas son las que nos mueven el corazón. Esta vez, un cubano radicado en Estados Unidos decidió alzar la voz para hablar de un tema que afecta a muchos migrantes: el trato hacia quienes acaban de llegar. Su mensaje, cargado de emoción y sinceridad, nos invita a reflexionar sobre nuestra empatía y solidaridad como comunidad.
En un video que rápidamente se hizo viral, @i.am.ivey no se anduvo con rodeos: “Cuando uno llega nuevo, lo tratan como una mierda, hasta la propia familia no lo respeta. Como ellos tienen cuatro pesos, tú no vales nada”. Así, con una franqueza que muchos consideran necesaria, puso sobre la mesa una realidad que enfrentan quienes dejan atrás su hogar para buscar una vida mejor.
Recordando los comienzos difíciles
El mensaje de este cubano es un recordatorio de que todos, en algún momento, hemos sido recién llegados. Llegar a un país nuevo no solo significa enfrentarse a barreras económicas, sino también emocionales. Extrañar a la familia, adaptarse a un idioma desconocido o no saber por dónde empezar son cargas pesadas que muchos migrantes llevan consigo. “Hoy no tiene un peso, pero mañana puede tener más dinero que tú. Vamos a respetar al recién llegado, que es una persona también”, señaló en su reflexión.
Un llamado a la solidaridad
Más allá de criticar, este mensaje es un llamado a la solidaridad. “Hay que ayudarlos a echar pa’lante, no machucarlos”, enfatizó, recordándonos que todos merecen una oportunidad para adaptarse y salir adelante. Esta invitación a la empatía resonó con muchos miembros de la comunidad migrante, quienes compartieron sus propias historias.
Un usuario comentó: “Todos fuimos recién llegados alguna vez. Lo mejor es ayudarlos y mostrarles cómo es la vida aquí”. Otro recordó una experiencia dolorosa: “Me botaron el primer día que llegué, y aun así salí adelante”. Aunque no faltaron quienes opinaron que algunos recién llegados no valoran el apoyo recibido, el mensaje principal es claro: ayudarnos entre nosotros es clave para crecer como comunidad.
La vida es un cachumbambé
Como bien lo expresó este cubano, “la vida es un cachumbambé”. Hoy podemos estar arriba, pero mañana podríamos necesitar la misma ayuda que alguna vez negamos. Reflexiones como esta nos invitan a no olvidar de dónde venimos y a tender la mano a quienes están empezando.
¿Tú qué opinas? ¿Estamos haciendo lo suficiente para apoyar a los recién llegados? Es hora de ponernos en sus zapatos y recordar que, al final del día, todos merecemos una oportunidad para empezar de nuevo.