El paraíso tropical de Varadero, conocido por sus playas cristalinas y arenas blancas, no fue tan idílico para David Grahn, un turista sueco que acaba de vivir una experiencia amarga. Durante su tercera visita a Cuba, sufrió el robo de su mochila en la playa cercana al hotel Laguna Azul, un suceso que rápidamente se viralizó en redes sociales.
En una publicación cargada de frustración y esperanza, David relató en Facebook el impacto de este incidente. Su mochila, que contenía dinero, tarjetas de crédito y documentos importantes, también guardaba objetos de un valor sentimental incalculable: regalos de su novia, pertenencias de su madre fallecida y otros artículos personales irremplazables.
“Puedo reemplazar el dinero y las tarjetas con esfuerzo, pero no los recuerdos que perdí en esa mochila”, explicó el sueco, quien ahora ofrece una recompensa para recuperarla, al menos con algunos de sus objetos. Su publicación incluye su número de contacto en WhatsApp y un mensaje claro: no informará a la policía si le devuelven sus pertenencias.
Un llamado a la solidaridad
David, un apasionado del kitesurf que dice amar a Cuba y a su gente, no dejó de mostrar su aprecio por el país a pesar de lo sucedido. “Siempre alabo a Cuba. Gasto mi dinero ganado con esfuerzo con la gente local y trato de aprender el idioma”, expresó. Ahora, depende de la comunidad local para ayudarlo a encontrar su mochila y restaurar su confianza en este destino turístico.
Los comentarios a su publicación reflejan una mezcla de apoyo y vergüenza por parte de los cubanos. “Cosas como estas son las que dejan mal parada a nuestra sociedad. Espero que encuentre sus pertenencias”, escribió una usuaria. Otros lamentaron el aumento de delitos en el país, señalando que este tipo de incidentes no solo afectan a los turistas, sino también a los propios residentes.
¿Un problema creciente?
Este no es un caso aislado. En los últimos años, los turistas han reportado un aumento en los robos y asaltos en Cuba. Desde equipajes sustraídos en hoteles hasta robos violentos en la calle, los incidentes de este tipo parecen estar aumentando, manchando la reputación del país como un destino seguro.
A pesar del dolor por lo ocurrido, David confía en que alguien aparecerá con buenas noticias. Su mensaje, más allá de ser un pedido de ayuda, es un recordatorio de que las acciones individuales pueden impactar la percepción de todo un país.
Si tienes información sobre la mochila de David, no dudes en contactarlo. ¡Quizás puedas ayudar a que esta historia tenga un final feliz!